Cinco pingüinos de Humboldt juveniles y tres lobas marinas, conforman los pacientes que actualmente residen en el Centro de Rescate de la Universidad Católica del Norte.
El lugar a pocos metros de la bahía de Guayacán en Coquimbo, funciona desde el año 2005 y ha permitido salvar a gran cantidad de animales marinos encontrados en la región, con diversos problemas.
Los pingüinos están actualmente en el periodo de muda de su pelaje y han sido encontrados con problemas nutricionales, lo que obligó a Sernapesca a preocuparse de ellos.
Gerardo Cerda, encargado de gestión ambiental y acuicultura, de Sernapesca, comentó que los pingüinos en rehabilitación llegaron a principio de este año.
«Uno de los ejemplares llegó en enero desde Los Vilos, después de que se enredó en una red de pesca y los hilos de la red le dañaron la musculatura y sus tendones. Ese es el más complicado y probablemente no podrá ser liberado. Los otros llegaron muy flacos, probablemente por la escasez de alimento que generó el fenómeno de El Niño y ya están alimentándose adecuadamente en el agua», explicó.
Estos últimos ejemplares, probablemente puedan ser liberados pronto, una vez que terminen su proceso de muda del pelaje, por ello pierden la impermeabilización de su pelaje y es necesario esperar.
Estos pingüinos están recibiendo raciones diarias de pescado, que les permite crecer y desarrollarse de manera adecuada.
En las piletas de nado se aprovecha el flujo constante de agua marina, que permite a estos animales poder mantenerse en condiciones similares a las que encuentran en la naturaleza, mientras son atendidos por expertos y voluntarios altamente capacitados.
Las tres lobas marinas que están en el centro llegaron entre los meses de enero y febrero de este año, incluso una de ellas llegó a los dos o tres días de vida, aún con restos de su cordón umbilical.
Cerda comentó que «es muy probable que en el caso de dos de estas lobas0 fueron abandonadas por su madre para ir a buscar alimento y eso generó la pérdida con sus hijos. Estas lobas están en un proceso de lactancia y actualmente reciben una fórmula especial de lactancia, hasta que puedan comenzar a comer pescado de manera normal».
Esta es la primera vez que se trabaja en Chile en el rescate de lobas lactantes, las que en una formación progresiva se espera que aprendan a cazar para que lleguen a conseguir solas su alimento al ser devueltas a la naturaleza.