Por entregar premios en dinero el salón de juegos «Good luck», ubicado en plena Plaza San Francisco, fue clausurado el día de ayer debido al incumplimiento de giro que le había entregado de forma provisoria la Ilustre Municipalidad de La Serena.
El negocio, propiedad de ciudadanos chinos, tenía la facultad de funcionar bajo la patente comercial que establecía su funcionamiento como local de «juegos electrónicos sin premios en dinero». Algo que, según Franklin Solar, Encargado de la Unidad de Inspección y Seguridad Municipal, no respetaron.
«Se les hizo un seguimiento y se pudo verificar el incumplimiento de giro de la patente. Por ello se procedió a notificar la clausura definitiva del local», detalló, esto bajo la premisa de incurrir en una actividad comercial no permitida ni autorizada por la Municipalidad. De este modo el negocio, que contaba con 59 máquinas de juego, debió cesar sus funciones y podrá hacer retiro de los tragamonedas una vez soliciten el alza de la clausura.
Al respecto, puntualiza Solar, existen tres o cuatro puntos en el sector de las compañías por los que han recibido muchos reclamos, preocupación que se extiende también a los locatarios del sector del centro debido a la inseguridad que puede provocar la instalación de estos salones de juegos de azar.
Según Carlos Brito, Gerente del Club la República, «lo más seguro es que si se autoriza uno se nos llene de locales de esta índole y no solo el centro sino en toda la comuna» Asegura que como locatarios «estamos fomentando el desarrollo de un barrio patrimonial y lo que nosotros buscamos es que todos en el sector vayan en la misma línea. Esto es atender bien al turista entregando un servicio que nos permita diferenciarnos de las demás alternativas»
Esto que, destaca, se podría ver afectado con la instalación de estos salones de juego, genera cierta preocupación dentro de los comerciantes ya que habiendo sostenido conversaciones anteriores con otros locatarios, sostiene Brito , locales de esta índole se alejan de lo que buscan potenciar en cuanto a calidad y servicio. «Nos gustaría que hubieran más restoranes, tiendas de antigüedades o servicios turísticos», finalizó.
Los errores de los chinos era de solicitar patente municipal y de instalarse en el centro.
Existen muchos de estos locales de barrio completamente desreglados, algunos clandestinos y otros no. Trabajan tranquilos ya que los inspectores no los pueden sancionar por no haber “normas”. Ademas tienen miedo de meterse en los sectores alejados del centro. Solo fiscalizan lo fácil.