Una de las debilidades que los gestores culturales deben enfrentar a la hora de presentar un proyecto, es la parte metodológica. Conscientes de esta falencia, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Región de Coquimbo, y la Asociación de Teatristas de Elqui, ATEL, organizaron el curso-taller Formulación de Proyectos Culturales y Gestión Financiera.
Christian Ahumada, gestor cultural (Universidad de Chile), actor (Universidad de Artes y Ciencias Sociales), y actual director ejecutivo de GESTUS, impartió clases expositivas donde abordó temas como la estructura y metodología de un proyecto, planes de difusión y estrategias de obtención de recursos, y financiamiento.
¿Qué falta en regiones para que se genere una intensa actividad cultural basada en un principio de organización más estable como una empresa, corporación o similar?
«Pasa por la voluntad política en el más amplio espectro. Pero, también hay necesidad de crear vínculos estrechos con la empresa privada. En el caso de la Región de Coquimbo se puede potencializar la alianza con las mineras, al igual que en Antofagasta y Calama.
«Hay que aprovechar la Ley de Donaciones Culturales, los fondos concursables del estado, entre otros»
Una queja recurrente de los gestores culturales, que postulan al FONDART, es que el concurso se los ganan los mismos.
«Soy un defensor de los fondos de cultura, se trata de un proceso serio y transparente que financia el 100% de la idea, cosa que no pasa casi en ninguna parte del mundo. Los nombres, quizá, se repiten porque son capaces de presentar mejores propuestas. Además se trata de una evaluación externa que realizan los mismos pares».
¿Cuál es la falla más recurrente de los proyectos?
«La formulación, no tienen claro lo que quieren hacer. Después está la ausencia de la visión hacia los públicos, falta un proceso de reflexión hacia el mensaje que se le quiere entregar al destinatario.
¿Qué le parece la iniciativa que se encuentra ejecutando ATEL?
«El abandonar el trabajo individual para favorecer el bien de un colectivo es un gran mérito. Esta experiencia se podría aplicar en otras partes del país. Además, se transformaron en la primera entidad de artes escénicas que ha recibido fondos para la instauración de capacidades emprendedoras entre sus pares. Van por buen camino, y requieren diversificar sus fuentes de financiamiento para consolidar sus logros»