Son cerca de seis mil los productores que desarrollan la milenaria actividad de crianza caprina en la Región de Coquimbo, con 300 mil cabezas de ganado, en las tres provincias, con un 50% del total concentrado en Limarí.
El Intendente Claudio Ibáñez y el Seremi Andrés Chiang expusieron al Ministro Carlos Furche, que «el objetivo de este programa es cambiar la mirada de los crianceros de nuestra región. Producto de la escasez hídrica y desertificación hemos estado reaccionando a las emergencias con forraje, tratamientos, apoyo a las veranadas a los Altos Valles de Calingasta en busca de pasto, hoy presentamos una propuesta que plantea un desarrollo productivo para los crianceros y su ganado mirando a un plazo de cuatro años».
El programa busca mejorar los ingresos de los crianceros, mediante una producción continua y sostenible en el año; la implementación de iniciativas para recuperar las praderas naturales del secano regional, que hoy está agotado; además de incentivar un manejo apropiado de las mismas con el fin de frenar el proceso de creciente erosión de los suelos y la desertificación de los campos de pastoreo, entre otras iniciativas.
Además se profundizará la capacitación a productores y organizaciones de productores, con el fin de entregarles mayor conocimiento sobre las opciones de alimentación para los caprinos, estudiando además distintas alternativas para comercializar quesos de madurez tal que garanticen la inocuidad de los mismos sin requerir de procesos de pasteurización industrial.
Furche señaló que «valoramos enormemente la iniciativa que hemos conocido, hemos tomado el acuerdo de impulsarla en conjunto entre el Gobierno Regional y el Ministerio de Agricultura y yo espero que en un plazo no mayor a 45 días tengamos una propuesta operativa que permita a partir de enero su puesta en marcha».
Destacó la condición regional de concentrar la mayor cantidad de actores crianceros y ganados caprinos de Chile –entre un 40% y 50% de esta actividad se desarrolla en la Región de Coquimbo-, agregando que «la producción caprina tiene una fuerte connotación social, porque son esencialmente pequeños productores para quienes parte de su organización de sistema de vida pasa por la producción caprina».