El paramédico Rodrigo Cortés Antiquera, de 31 años y encargado de la unidad de salud del Centro de Detención Preventiva de Ovalle, fue sorprendido por efectivos de Gendarmería entregando marihuana y dosis del fármaco clonazepam a un reo que tenía la misión de vender las drogas a otros internos.
La dirección del recinto penal informó al Ministerio Público que envió a efectivos del Grupo Microtráfico 0 (MT-0), de la Policía de Investigaciones, PDI, a arrestar a Cortés.
Los policías establecieron que el imputado había cometido el ilícito con los antecedentes aportados por la investigación interna de Gendarmería y con los datos aportados por las declaraciones del personal de la institución y de los reos que denunciaron la situación.
Raúl Muñoz, el Comisario de la Brigada de Investigación Criminal, Bicrim de la PDI de Ovalle, explicó que Cortés, aprovechaba el puesto que ejercía con régimen de contrata al interior del reclusorio para concretar el ingreso de las drogas sin levantar mayores sospechas en complicidad con un interno.
“El modus operandi del imputado era fingir atención médica a un reo a quien en vez de examinarlo por alguna dolencia, le entregaba los alucinógenos para que vendiera en los distintos módulos del recinto penitenciario”.
Además, los indagadores determinaron que el recluso cómplice recibía del paramédico una paga de $30.000 en efectivo, para que desarrollara esta práctica que llevaba a cabo desde hace varios meses a la fecha.
El Comisario Muñoz precisó las cantidades de droga decomisadas en el procedimiento, “al paramédico al momento de la detención se le incautaron 18.8 gramos de cannabis sativa, 17,2 gramos y 19 capsulas de clonazepam”.
Cortés fue remitido al Juzgado de Garantía para control de detención y formalización en la investigación por infracción a la ley 20.000 de drogas.
Con gente como este funcionario como queremos que los reos puedan integrarse a la sociedad. Debieran aplicar filtros mas útiles para percatarse de esto y otras múltiples abusos en las recintos penintenciarios