Diez de los catorce miembros asistentes votaron a favor del proyecto minero-portuario Dominga; dos se opusieron y dos se abstuvieron.
Es una inversión de 2.500 millones de dólares, que en construcción creará 9.800 puestos de trabajo directos y 1.450 en operación.
Sin embargo el acuerdo de mayoría del CORE no tiene vinculación con la votación en la autoridad ambiental, por lo que se trata solo de un apoyo político.
Se tomaron en cuenta las propuestas presentadas por expertos de la empresa minera y de grupos ambientalistas como el Movimiento en Defensa del Medio Ambiente (MODEMA). Se consideraron los pronunciamientos de las municipalidades de La Higuera, La Serena y Coquimbo, las cuales no tuvieron observaciones.
Teodoro Aguirre, presidente del CORE manifestó que “es un avance positivo para la economía no solamente de la región, sino también del país”.
Considera que “tenemos que buscar la mejor manera de que se hagan estas faenas que no sean contaminantes ni que hayan desastres ecológicos”.
El consejero Marcelo Castagneto, presidente de la Comisión de Medio ambiente, Energía y Minería, sostuvo que “se analizó la parte técnica, hubo un largo debate, pero finalmente por mayoría fue aprobado. Esperamos que este proyecto que va a tener un impacto económico y social muy relevante en la región se lleve a efecto y que las comunidades entiendan también que es parte del progreso y el beneficio que van a tener ellos”.
Emitieron voto en contra Miguel Solis y Carlos Galleguillos. Se abstuvieron José Montoya y Eduardo Alcayaga.
Galleguillos argumentó que su rechazo obedece a que “hay una serie de estudios que demuestran que toda esa reserva que ha sido reconocida por el Estado, que tiene que ver con el pingüino de Humboldt y las áreas protegidas. En segundo lugar, porque la ley dictamina que tiene que haber una participación ciudadana y en una de las más importantes los empresarios de Dominga no concurrieron para participar con la ciudadanía”.
Solis planteó sus cuestionamientos respecto del movimiento de los barcos al puerto de Coquimbo. “Creo que hay que desarrollar una alternativa que permita que si van a sacarlo lo saquen por el mismo lugar, de manera de no congestionar las vías y dejar el puerto de Coquimbo para todo lo que es la salida de fruta”.
Cuestionó las medidas paliativas que se exponen. “Ya hemos visto que muchos de estos proyectos presentan medidas paliativas, pero en la práctica no siempre son las más efectivas y terminamos afectando todo un proceso productivo en las comunidades más pequeñas”.