Los inicios de la Universidad del Mar en La Serena tampoco han estado exentos de críticas o irregularidades desde que empezó a funcionar en la zona en el año 2003. Primero con la compra de la Universidad Francisco de Aguirre. De ahí en adelante continuaron algunas carreras, otras no. Hubo un auge relacionado con carreras relacionadas con el área de la salud, las que han tenido un mayor ingreso de estudiantes.
César Guisado, docente de la carrera de Informática de la Universidad del Mar, quien pertenece a esta casa de estudios desde sus inicios en La Serena, cuenta que todo el decaimiento de la entidad se debió a problemas de administración, en donde ese fue factor principal que llevó a la universidad a donde está hoy.
«Lo que pasaba en realidad era que estas carreras que tenían ingresos más que suficientes subvencionaban a las carreras que tenían menos. Si la universidad había determinado que una carrera se financiaba teniendo 15 alumnos, las carreras que tenían 40, 50 ó 60 alumnos nuevos subvencionaban a las otras, que podían sobrevivir», ejemplifica Guisado.
La cantidad de alumno es otro punto que alguna vez estuvo a la alza, pero que ahora está en picada. Guisado estima en500 a600 alumnos que pasaron de la Universidad Francisco de Aguirre a la Universidad del Mar, los cuales habrían llegado a ser 2.400 en el 2011. «Se creaban carreras solo para aumentar el número de alumnos que ingresaban. Esa fue la idea que yo me hice cuando se abrían carreras como Periodismo o Ingeniería en Construcción», señala Guisado, carreras que hoy no son impartidas.
Si el año pasado entraron más de 500 estudiantes a primer año, este 2012 solo fueron 60 lo que postularon, puesto que 20 de esos alumnos quedaron fuera por ser estudiantes que no calzaban con el perfil o los requisitos de ingreso.
Posteriormente comenzaron las faltas en el pago de las imposiciones a los funcionarios y docentes, luego vino el retraso en el pago de sueldos y honorarios, las movilizaciones del sindicato, y el apoyo de los estudiantes. Hubo compromisos que se tenían que solucionar este año, cosa que nos se cumplió, y al desprestigiarse la casa de estudios, menos platas le entró.
Luego explotó que la junta directiva había utilizado los dineros que entrega el ministerio para cubrir el CAE (Crédito con Aval del Estado), privilegiando los pagos a las inmobiliarias que mantiene la Universidad, es decir, una especie de autopago.