Josefina Álvarez tiene 21 años y desde noviembre pasado integra la orquesta de la Academia de Música Pedro Aguirre Cerda de La Serena, como violinista. La joven estudiante de enfermería cuenta que «participar en la orquesta ha sido un sueño hecho realidad, porque la música forma una parte importante de mi vida, es lo que más me hace feliz junto con mi carrera, sin la orquesta no sé qué sería de mí ahora».
Financiada desde sus orígenes -en el año 2002- por fondos del Gobierno Regional, esta academia hoy la conforman músicos de entre 5 y 60 años, principalmente vecinos del sector Antena en La Serena, a los que se han sumado paulatinamente músicos de Coquimbo y Vicuña.
Desde la conformación de la academia, pasando por la compra de instrumentos y organización de eventos y giras se han realizado con aporte de fondos regionales, por lo que el presidente de la academia, Jorge Leguá, señaló que «lo importante de los fondos públicos es que permiten desarrollar este tipo de iniciativas en sectores de alta vulnerabilidad, en este caso vinculando la música y el arte con los pobladores, elevando los niveles culturales y generando reserva moral a través de la música».
Por estos días la orquesta de la academia se prepara intensamente para presentar un concierto por los 40 años de la saga de la Guerra de las Galaxias. El Intendente Claudio Ibáñez visitó a la orquesta durante el desarrollo de uno de sus ensayos.
Sobre esta importante iniciativa cultural, el Intendente Ibáñez señaló que «esta orquesta es un ejemplo de lo que puede transformar el Gobierno Regional de Coquimbo. Gran parte de los integrantes de esta orquesta son de la Antena, por lo que tenemos que valorar el aporte y la transformación cultural que generan los fondos de desarrollo regional, en este caso, a través de su componente de cultura».
La autoridad regional destacó además el hecho de que dentro de los integrantes de este conjunto, estén dos mujeres que formaron parte de la Primera Orquesta Infantil y Juvenil en Latinoamérica, creada por el maestro Jorge Peña Hen.
Cristian Muñoz, de 21 años, se desarrolla como clarinetista en esta academia hace ocho años. Para él, «esto me ayudó a aspirar a algo más, como es la música, porque en este sector uno tenía que seguir en lo mismo, la construcción o entrar a estudiar minería si es que tienes los recursos para eso y, en cambio, la música abre hartas puertas».