El concejal de la comuna de Vicuña Yerman Rojas Castillo planteó en una reciente sesión del Concejo Municipal que para evitar que la Quebrada de Leiva deje aislado el interior de la comuna y del Valle de Elqui, como ha sucedido con las precipitaciones del presente invierno, se construya un badén en la Ruta Internacional, por donde pasa la quebrada cada vez que baja con su caudal, y la habilitación de un segundo puente peatonal con los restos de un puente de la atigua línea férra del «Tren Elquino».
Rojas, ex dirigente vecinal y vecino del sector Calingasta, sabe bien del aislamiento que sufren cuando baja la Quebrada de Leiva. Por esta razón propone tales iniciativas.
El badén sería similar al existente en Quebrada San Carlos, y a largo, dice, la construcción de un puente vehicular.
«En la sesión expresé el malestar de la gente porque es inconcebible que en estos modernos tiempos la comuna quede aislada con cualquier precipitación y que sean 30 metros que nos separen de la ciudad, de nuestros lugares de trabajo y estudio o al hospital. Solicité que fueran invitados a una reunión el director regional de Vialidad y la Seremi de Obras Públicas, para exponer estas inquietudes y plantear dos iniciativas.
El badén que sugire sería con tubos, como el ubicado en San Carlos y la construcción de un puente en la ruta internacional, también debe estudiarse para hacer una obra buena porque la quebrada trae mucho material cuando baja.
Se debe considera, señala el concejal Rojas, que la Ruta 41 será un corredor bioceánico cuando se abra el Túnel Internacional Agua Negra.
Estas mismas soluciones las planteó para el sector de las Quebradas El Arenal y Seca (Varillar).
La necesidad de un segundo puente peatonal se basa en que cuando baja la Quebrada de Leiva se extiende con un brazo hacia el oriente, dejando aislados a los vecinos a pesar que cuentan desde el año pasado con un puente colgante, pero este año en las recientes lluvias no pudo ser utilizado porque la quebrada se abrió hacia la izquierda, dejando el nuevo puente en el medio y sin que los vecinos pudieran cruzar hacia o desde Vicuña. Algunos lograron cruzar hacia Calingasta, «gateando» o manteniendo el equilibrio como malabarista sobre un fierro de 10 metros de largo por unos 40 cms de ancho que quedó el antiguo puente ferroviario.
«La otra idea es habilitar el antiguo puente del ferrocarril o «puente chico» como le llamamos nosotros porque en la última lluvia la quebrada buscó su cauce naural y se desvió hacia la izquierda en dirección al puente chico. Con razón las generaciones pasadas fueron muy sabias al construir ese puente ferroviario. Y la quebrada busca ancharse porque la dejan muy estrecha cerca de la carretera. En la última lluvia algunos vecinos arriesgaron sus vidas, pasando por los restos del puente chico.
Entonces, la idea es utilizar los restos de este puente, colocando tablones, una losa de cemento o piso de metal diamantado para que se convierta en un puente seguro para que los vecinos puedan cruzar cuando la quebrada baje. Incluso este puente puede servir para ser usado en el proyecto Elqui Pedaleable», expresó la autoridad municipal.
Por otra parte, Yerman Rojas manifestó su preocupación por el estado de una muralla, especie de dique, que fue construido en el cauce de la Quebrada de Leiva, a la altura del antiguo vertedero municipal, ya que con las precipitaciones recientes se acumuló bastante cedimento el cual podría ser sobrepasado por el agua-lluvia y podría colapsar esa muralla de piedras con consecuencias impredecibles.