Triste realidad: El completo abandono de los pacientes con cuadros depresivos

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9El caso del hombre que en diciembre del año pasado incendió su casa en La Florida, en La Serena, y que fue diagnosticado con una esquizofrenia de tipo paranoia, ha dejado al descubierto el drama en el que viven estas personas afectadas por este tipo de trastorno.
Este miércoles, y a fin de proteger su integridad, el Tribunal Oral de La Serena aplicó una medida de seguridad, consistente en la internación de esta persona en el Hospital Psiquiátrico Doctor Philippe Pinel, de Putaendo, en San Felipe.

Casos como éste reabren el debate sobre los límites éticos y legales de los actores sanitarios y sociales a la hora de tratar a enfermos mentales que se niegan a medicarse y otros, que lamentablemente no logran la atención adecuada.

En la región, especialmente en La Serena, la situación es crítica, «pues no tenemos camas», dice tajante el médico jefe de psiquiatría del hospital de La Serena, Héctor Carrasco.

Y agrega que «hemos planteado un proyecto a desarrollar para que se pusieran algunas camas, dado que La Serena no tiene la prestación de camas de hospitalización. Entonces, lo que hacemos es comprar servicios y la compra se hace a través de la red, donde hacemos una especie de plataforma a nivel nacional y de esta manera, enviamos a los pacientes a otros recintos, como Putaendo, por ejemplo. Sin embargo, es tanta la demanda de enfermos en esas instituciones públicas, que los pacientes judicializados, que van por tribunales, han aumentado mucho, dejando de manera estática camas por meses».

Cuando el problema es agudo, «habitualmente estos pacientes se monitorean, se tratan, pero después se pierden, ya que son personas que están complicadas con alguna situación de vida, mientras que cuando está la familia presente, sí los monitoreamos, los seguimos», reconoce el médico, quien se pregunta: «pero qué hacemos con él, qué le decimos a la familia cuando intenta suicidarse. Pedimos la cama, pero tenemos certeza que nos den la cama mañana. Ahí se salta el sistema y se va a la compra de servicio».

De manera
ambulatoria

Los problemas por la falta de atención, de camas, son complejos para el recinto, pero también para sus familias cuando el paciente debe, de manera obligatoria, ser trasladado a otra ciudad para ser atendido. Ahí, explica el doctor Carrasco que «llevarlos hasta Santiago es como el gran viaje de sus vidas, porque no tienen dónde llegar y el sistema no cubre al familiar que acompaña al paciente. Es complejo, pero ante el tema del concepto de accesibilidad de atención, el sistema tiene que dar una respuesta y la respuesta es tener la posibilidad de que los servicios se cumplan donde uno viva. Es cierto que hay cosas extremas, pero no estamos tratando extraordinarios, sino que tratamientos generales que deberían hacerse gradualmente. Y es cierto, a veces estas personas quedan en completo abandono, porque la familia ya no sabe qué hacer y nosotros los tratamos de ubicar, pero no los encontramos… Y sí está dentro de nuestras posibilidades, lo enviamos a nuestras redes. Como hospital no tenemos servicio hospitalizado y esperamos poder tenerlo, aunque sea por corto tiempo, porque la idea es no desarraigarlo y darle una atención de continuidad».
Debido a la carencia de camas y de una red de atención, es que muchos pacientes con cuadros depresivos son tratados de manera ambulatoria, como lo explica el presidente regional del Colegio Médico, Rubén Quezada.

«En la atención ambulatoria existen tiempos de espera que son muy difíciles de cumplir, debido a las cantidades de derivaciones y a la cantidad de oferta de atención psiquiátrica en la región. Como en urgencia están los servicios colapsados y como no existe unidades de agudos, los pacientes quedan unos días en el hospital, generándose un serio problema, porque de los grandes hospitales sólo Coquimbo tiene una unidad de hospitalización, aunque con pocas camas, quedando los pacientes dando vuelta en los servicios de urgencia o esperando que se desocupe una cama».
Para paliar estos problemas, afirma el doctor Quezada que «la otra opción tiene que ver con la compra de servicios con algunas clínicas, pero que tiene que estar acreditada y la única que puede entregar esa compra, es la clínica Los Tiempos, en Santiago, pero que lamentablemente ya está saturada. Por lo tanto, no existe posibilidad y no es posible ingresar nuevos cupos, dado que es muy baja la rotación que existe».

A nivel regional, los jefes de los servicios clínicos de La Serena, Coquimbo y Ovalle, se reunieron con el Colegio Médico y les expusieron la realidad del déficit de camas para pacientes psiquiátricos agudos.

1 COMENTARIO

  1. Estos son los temas importantes de país, los enfermos mentales no marchan están invisibles muchas veces tras las puertas de las casas con todo el costo familiar que con lleva,no veo a político preocupado al respecto,no da votos,Es cierto el tema de los traslados para acompañar al familiar cuando son derivados a otros centros produce un abandono, es muy similar al caso de los adultos mayores cuando son derivados por las “familias moderna” Y SACARSE EL CACHO,a los asilos muchas veces de dudoso profesionalismo, esto va a ir creciendo con gente cada día mas joven ¿porque? el alto consumo de alcohol y drogas que esta inmerso hoy en día el país,legado de tanto derechos otorgados por una casta de políticos sin ética ni principios, a una sociedad que no estaba preparada para ello,esto va a dejar un numero importante de adultos-jóvenes pegados y mentalmente idos.
    A trabajar ahora, no mañana, por ellos, los ciudadanos invisibles que no marchan.

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