Según el informe «Migraciones, ambiente y cambio climático», publicado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en agosto de 2017, el 15% de la población de Monte Patria ha emigrado principalmente hacia el norte, situación que se debe particulamente por una baja sostenible de hectáreas cultivables, producción y precios en el mundo del agro comunal, provocando desempleo.
Este panorama ha llevado a que la primera autoridad comunal, Camilo Ossandón Espinoza, exprese su inquietud ante las autoridades, tal como lo señaló en reunión sostenida con la intendenta de la Región de Coquimbo, Lucía Pinto, y en la que participaron agricultores de la comuna, además de la concejala, María Pía Galleguillos.
«Hemos asistido a una reunión con la Intendenta, quien ha sido muy amable en recibirnos con su equipo de trabajo, para poder plantear la necesidad de levantar una agenda para Monte Patria, la que pueda abordar la situación que está ocurriendo en el agro. La uva de exportación, la uva de mesa, específicamente la variedad flame, ha pasado por muy mala comercialización a nivel internacional durante dos años consecutivos y se prevé como una condicionante permanente para los agricultores, por lo tanto, hoy en día están vendiendo a menos del precio costo que tiene producir», sostuvo Ossandón.
Consecuencia de esto, el desempleo ha marcado cifras preocupantes, entendiendo que la fuerza productiva de la comuna es la agricultura. « Eso obviamente genera deterioro en los espacios de empleo en la comuna de Monte Patria que es bastante importante. Hemos perdido más de 2000 puestos de trabajo en el agro, lo que está dificultando la condición social y el desarrollo de oportunidades para nuestra gente», comenta.
Algunos puntos o soluciones planteadas por la autoridad de la tierra de los Valles Generosos, refieren a la implementación de una mesa de trabajo con los servicios y actores involucrados para la búsqueda de un plan de desarrollo agrícola comunal, que aborde medidas de corto y mediano plazo en torno a la uva de mesa; apoyo en proceso de reconversión productiva; y una solución o incentivo para la reactivación de este año.
«Los agricultores han planteado en reconvertir a corto plazo la producción de uva de mesa a pasas, y esperamos que el Gobierno pueda hacer una evaluación de esta materia para poder disponer de recursos y, así, nuestra genta pueda seguir trabajando, ya que el endeudamiento de créditos con las importadoras, con la Tesorería, con INDAP y con distintos instrumentos ya no permiten liquidez para poder asegurar el año de trabajo y de producción», puntualiza Ossandón.
En relación a esto a agrega que «esperamos nosotros que el Gobierno no solamente pueda trabajar en la lógica de una propuesta técnica que permita al Estado ayudar a nuestros agricultores en el largo plazo en proceso de reconversión, sino que también, al corto plazo, podamos levantar una batería de subsidios para que la gente pueda seguir trabajando».
Por su parte, el compromiso adquirido por la Intendenta de la Región de Coquimbo fue transmitir la preocupación al nivel central, además de conformar una mesa de trabajo, la que comenzará a operar en la primera semana del mes de junio.
