Es la primera de muchas manifestaciones y creo que de acá no paramos…». Fue la frase que más se escuchó el día de ayer en la Plaza Buenos Aires, lugar hasta donde llegaron más de 60 personas que profesan la religión cristiana, identificados con la iglesia evangélica, para mostrar su descontento, pero también su preocupación por lo que ellos llaman los «días nefastos».
La cita fue a las 11 horas. Y pasando los minutos se alzaron pancartas. También se escucharon alabanzas y se leyeron frases que hicieron alusión a la ley de identidad de género, que tras cinco años de debate en el Congreso, el Gobierno puso en vigencia hace unos días lo que permitirá a la población trans cambiar su nombre y sexo en su documentación de identidad.
«Estamos acá no sólo para clamar por Chile después de esta nueva ley que se ha promulgado y que creemos es nefasto para las familias y lo niños. Creemos que esto es un adoctrinamiento, no es ver casos puntuales de niños que no están seguros de su sexo, sino que realmente es proliferar… Pero también nos estamos manifestando por el monumento de las tablas de la ley que está en proceso de restauración y donde la burocracia de nuestra ciudad no nos ha permitido que podamos poder restaurarla en su totalidad. Por lo tanto, esto ha dado lugar al vandalismo y a hermandades satánicas…», dijo la presidenta del consejo de pastores de La Serena, Silvia Cepeda.
Y agrega que «por todo eso nos sentimos vulnerados, también discriminados. Si hablamos de democracia, si hablamos de no discriminación, creo que esto corre para todos los sectores, así que estamos reuniéndonos y queriendo hacer un llamado de atención a la ciudadanía y ver que la iglesia no estará en silencio y que estaremos firmes en nuestras convicciones y que daremos la pelea. Una de las formas es que queremos apelar a la ley de objeción de conciencia, así que estamos preparando liderazgos para los colegios, para los centros de apoderados, de tal manera que podamos elevar cartas que puedan realmente decir que nosotros no permitiremos que a nuestros niños se le adoctrine», avisó la pastora.
Férreos opositores del aborto (aprobado en tres causales), el matrimonio igualitario y de la identidad de género, la Iglesia Evangélica representa la segunda religión mayoritaria del país con un 16,4% de los chilenos mayores de 15 años, según el cuestionado Censo de 2012. Esto, después de la católica.
Por eso, se sienten con la obligación de salir a la calle y expresar su malestar. El que irá creciendo, como asegura Cepeda.
«Esta es la primera de muchas manifestaciones y creo que de acá no paramos. Creo que estamos moviendo las aguas y estamos preparándonos para el mes de abril del próximo año donde realizaremos una marcha a nivel nacional, unida también a Latinoamérica. Pero como las cosas se han ido dando tan rápido, lo más probable es que la manifestación sea mucho antes de esa fecha. Ahora, acá en la región nos iremos preparando durante el verano e iremos sumando cada vez a más personas, más jóvenes y no sólo del pueblo cristiano, sino que también unidos hay mucha gente que también piensa como nosotros y que todavía tiene valores y principios, así que esto ya no para…».
¿Defraudados?
Con pancartas y lienzos se hicieron notar. Los manifestantes aseguraron el día de ayer representar a la iglesia invisible, que está disconforme, que se siente acallada y a la cual se le mintió.
«Claro que nos sentimos defraudados, porque creo que votamos por el mal menor. Pensando que en la izquierda iba a ser peor, pero al final nos estamos dando cuenta que todo era lo mismo. Hoy estamos seguros que aunque el Presidente Piñera tenga las mejores intenciones, no es una persona consecuente en lo que dice y lo que hace».