Menos de una semana ha pasado del triunfo de Óscar Tapia en las elecciones regionales de la UDI. Una victoria que sorprendió a todos. A los militantes, a los casi 700 que llegaron el domingo a votar, pero principalmente a Juan Carlos Aguirre, que iba por un nuevo periodo. Hoy dice estar tranquilo, «pero ni contento ni feliz, aunque voy a seguir estando en la UDI, en la directiva y colaborando en la medida que ellos me vayan pidiendo una ayuda».
Es que Aguirre y sus seguidores nunca pensaron que iban a perder la presidencia de la UDI a manos de Tapia. Hoy, asume su derrota argumentando que «a uno no le gusta perder y compite para ganar, que era lo que nosotros pensábamos, pero también tenía claro que no tuve los equipos territoriales que debería haber tenido. Estos equipos que me ganaron son los que tenían antes, pero los cabros hicieron el trabajo que había que hacer, pues golpearon las puertas, salieron a la calle y fue lo que yo no hice».
¿No hizo el trabajo porque pensó en todo momento que iba a ganar?
«Creo que fue un exceso de confianza. De verdad y no quiero echarle la culpa a nadie, ya que el gran responsable de la derrota soy yo, porque debí haberme preparado mejor, haber tenido mejores equipos, pero ya fue. Esto hay que asumirlo. Acá ganó la lista de Óscar Tapia y ganó la UDI, puesto que votaron más de 700 personas y esperábamos 400 y en ese escenario, nosotros pensábamos que ganábamos, pero de verdad que nos sorprendieron con el tremendo trabajo que realizaron».
Ellos también tenían confianza y sí hicieron el trabajo, ¿entonces en qué falló usted, su equipo?
«Lo que pasa es que cuando uno está compitiendo se confía por el respaldo, debido a que tenía un apoyo muy fuerte de un alcalde, de dos diputados, de la mayor parte de los concejales, entonces uno dice: bueno, va a hacer la pega. No olvidar que primero gané las primeras 11 comunas, por lo tanto yo decía que si todos los dirigentes están en las comunas y hacen la pega, más todos los consejeros que yo llevé; amén de que cada uno de ellos hubiera llevado diez votos, habría sacado 800 votos, pero tampoco los consejeros hicieron la pega y tampoco la otra gente, menos yo, entonces ahí está el riesgo que se corrió: El exceso de confianza».
Parece que no bastó con el apoyo de los pesos pesados, ¿verdad?
«Es que son elecciones internas y en donde vota gente que está muy identificada. Acá es gente más de amistad que fue a votar, no es un voto transversal. Es la misma gente que conocemos la que votó».
El porcentaje de voto igual lo mantiene en la directiva, al menos como vicepresidente…
«Claro, con el 47% y algo paso a ser vicepresidente, pero eso lo estamos conversando y estoy trabajando directamente con Oscar y su equipo para poder hacer el mejor traspaso y seguir colaborando. Acá no perdió Juan Aguirre y no ganó Oscar Tapia, sino que ganó la UDI, ya que hicimos una campaña transparente, clara, precisa. Pero ellos, insisto, salieron a la calle y ganaron por eso. Ellos tenían todos los equipos territoriales y con ello ganaron».
¿Pero sigue o no sigue en la directiva?
«Hemos estado en conversaciones con Oscar, que es un tipo bien preparado y que siempre ha estado a mi lado, dado que también fue presidente de la Juventud de la UDI y es un hombre que tiene su experiencia y ha participado en dos directivas mías, así que tiene que tener la sapiencia para abordar lo que se viene, que son grandes proyectos, donde hay que seguir instalando gente, hay que ver el proyecto de los concejales, alcaldes, también el proyecto de la gobernación regional. Hay cosas súper importantes y a su lado está Paola Cortés, candidata a alcaldesa, concejala, hoy Core, así que Oscar no estará solo. Y yo lo voy a seguir apoyando, pues me interesa que a la UDI le vaya bien».
Antes de las elecciones todos decían que triunfarían con facilidad…
«Creo que hay que ser categóricos y señalar que la lista mía no hizo la pega y hay que asumir las responsabilidades. Y Oscar con su equipo sí hicieron la pega. Acá nos daban por ganador 80 a 20 y hasta con un 90 a 10, que era lo que todos me decían. Pero se lo dije a Oscar el día viernes: tiene que ser un evento muy claro y tú vas a ganar. Se lo dije».
¿Cuándo se dio cuenta que perdería?
«Fue una semana antes cuando me di cuenta. Con los años de experiencia uno siente la sensación política y comencé a darme cuenta que Oscar tenía mucho apoyo. Es que hizo las cosas que tenía que hacer, además que la gente mía no votó, puesto que mi voto, el que debió haber llegado a sufragar, se tomó el día de playa y no asistió. Es lo que nos pasó con Joaquín Lavín, hace unos años, cuando decían ‘para qué vamos a votar si ganará lejos’. Y eso mismo me pasó, ya que la gente mía que debió haber votado no colaboró y eso nos pasó la cuenta, entonces el exceso de confianza fue muy grande».