Preocupados están vecinos de la Villa El Faro de Coquimbo, debido a que la pavimentación no consideraba tres pasajes interiores, donde hay unas 60 casas, lo que se suma, dicen, al problema de la nueva calle Pablo Neruda, que quedó sobre el nivel de las entradas a las viviendas.
María Martínez, de calle Pablo Neruda 168, refirió a Diario LA REGIÓN que quedarán literalmente encerrados, ya que sus puertas principales no se podrán abrir.
“A nosotros no nos construirán ni una escalera para poder salir al nivel que tiene la calle y esa es la duda con la que quedamos”.
Es necesario contar con una buena salida en caso de alguna emergencia. “Es un gran esfuerzo tener que subir o bajar así como está la vereda, cómo vamos a pasar con el bebé? Tendré que encaramarme para poder pasar.. Ya he sufrido rasmilladuras en las piernas. Acá la solución más fácil sería una escalera pequeña, porque yo no necesito una gran entrada de auto. Mi terreno está en pendiente y por eso pido por favor a la autoridad a cargo que le diga a la constructora que nos deje por lo menos una escalerita”.
Pasajes no incluidos en la pavimentación
Carlos Leiva, reside en pasaje Gabriela Mistral número 62. Dice que su sector, junto a otros dos pasajes, no están incluidos en el proyecto de pavimentación Pablo Neruda, situación que afectará de forma grave a todas las personas que habitan en ellos, que serían cerca de 100 pobladores, en una gran mayoría adultos mayores, que tendrán que seguir caminando por la tierra y sobre las piedras sueltas, con las dificultades que eso conlleva.
“Al no estar considerado mi pasaje junto a dos más que están aquí cerca, tendríamos que postular a otro proyecto aparte, eso fue lo que me explicó la presidenta de la Junta de vecinos Villa El Faro, pero es necesario que nos pavimenten de una vez y ojalá que la autoridad que tiene a cargo esta pavimentación haga una excepción y nos incluya, ahora que falta poco para que terminen Pablo Neruda, porque mi pasaje que está en bajada, va a quedar así quizás hasta cuando, con piedras sueltas que ha provocado caídas a los vecinos, que son personas de edad como yo, que también me he caído al bajar, por eso es necesario que nos incluyan como le dije, porque acá hay señoras con guaguas y niños chicos”.
Otra observación que manifestó y que espera sea corregida, es la lentitud de las obras, ya que si bien hay tramos terminados, las calles siguen obstruidos por material rocoso, entre otros inconvenientes. «Parece que a los contratistas no les importa demorarse, ya que dicen que tiene plazo hasta marzo para terminar todo, porque he visto que a veces mandan solo a un par de obreros a trabajar. Ojalá alguien venga a fiscalizar esto, porque ellos empezaron con las sobras en octubre del año pasado y lo otro es que han dejado cámaras de alcantarillado sin terminar».