En sesión el concejo municipal de Coquimbo, el concejal Mario Burlé expresó preocupación por la situación de la construcción del Mercado del Mar de Avenida Costanera, inconcluso desde diciembre del 2017, cuando fue caducado el contrato de la constructora por presentar insolvencia; por los pagos a la empresa que levanta el nuevo edificio consistorial en el centro de la ciudad; y por la fecha del informe del monto de la deuda municipal.
Burlé expresó que la falta de información en el caso del Mercado del Mar, le fue referida por la ciudadanía porteña, en vista que esa obra, de 5 mil metros cuadrados, que demandó una inversión estatal de $ 5.700 millones, y que albergará a 110 pescaderías y 26 cocinerías, y que tiene un 57 por ciento de avance, es necesaria para contribuir al empleo de los actuales comerciantes del Terminal Pesquero y para el turismo de la comuna.
«Es un edificio muy importante para el progreso de Coquimbo, porque allí van a ser trasladados los actuales locatarios del sector caleta, y allí sin duda van a presentar una mejor atención a la gente y van a poder mejorar su condición de ingresos también, por eso el concejo necesita saber en qué grado de avance está, pues al pasar por la Costanera uno ve que no se está trabajando en él»
La autoridad refirió que el último antecedente que conoció fue que la licitación de la nueva empresa constructora, realizada a mediados del año pasado, no rindió frutos, «lo que se sabe es que hubo una nueva licitación, que no resultó, por lo que en mi rol fiscalizador pido que de manera formal los departamentos municipales informen en qué está, porque su financiamiento fue realizado con platas fiscales, del Gobierno regional y del
municipio también».
En cuanto a la posibilidad de realizar un nuevo proceso licitatorio, el concejal expresó que espera que sea realizado en el corto plazo, «cuando una licitación se declara desierta por no haber oferentes o porque los oferentes no cumplieron con los requisitos, hay que llamar a nueva licitación, ese es el procedimiento, por lo tanto en este caso cualquiera que hayan sido las causas por las que se declaró desierta, habrá que hacer un nuevo proceso, el que debe realizarse a la brevedad posible».
Pasando a la situación del nuevo edificio consistorial de Coquimbo, ubicado en avenida Varela, entre Bilbao y Garriga, y que cuenta con un presupuesto de 23 mil millones, aportados por el Estado y el municipio, que está a cargo de la constructora Sacyr, la que en el 2017 paralizó la edificación por una deuda de la municipalidad por $ 2.975 millones, la que fue cancelada con acuerdo extrajudicial. Burlé indicó que también requería información del caso, por comentarios de la comunidad que dan cuenta de aparentes nuevas acreencias con la empresa a cargo del proyecto.
«El Gobierno regional, tiempo atrás cuando acompañé al alcalde Pereira, manifestó con sus autoridades su total voluntad y disponibilidad para aportar los dineros a la obra, pero ahora circulan rumores que dicen que la municipalidad no pago una plata que tenía que pagar, mientras que por otro lado se dice que si se pagó, y cuando empiezan a circular rumores que son sin fundamento, hay que preguntar la versión oficial que tiene la propia municipalidad, y eso es lo que yo pido, que en el menor tiempo posible se informe al concejo cuál es la realidad. El alcalde tiene un plazo legal para responder, por eso espero que eso sea así en el próximo concejo».