En últimos años han aparecido nuevas amenazas sanitarias, siendo una de las más relevantes las enfermedades transmitidas por insectos vectores, transmisores de enfermedades que afectan a la productividad del ganado chileno, entre las que se consideran el virus del Nilo Occidental (VNO), virus de la Lengua Azul (VLA), Encefalitis Equina del Este, del Oeste y venezolana, entre otras. Estas patologías se destacan en general por su potencial de riesgo transfronterizo y las correspondientes consecuencias económicas para los productores.
En este contexto es que, con la participación del ministro de Agricultura, Antonio Walker; la Intendenta Regional de Coquimbo, Lucía Pinto; el alcalde de la comuna de Río Hurtado, Gary Valenzuela; el director regional (s) del SAG, Gonzalo Vega; además de crianceros asistentes a las veranadas en cordillera chilena, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) realizó la instalación de trampas vectoriales, un sistema de vigilancia inédito en el país y cuya función es atraer insectos vectores de enfermedades que pueden afectar al ganado chileno que se encuentra en cordillera.
Respecto de la importancia de la realización de las veranadas y el apoyo entregado para su realización a los crianceros, la Intendenta Regional de Coquimbo, Lucía Pinto, señaló lo siguiente: «son parte importante de nuestra historia y de nuestra tradición, esta es la razón del porqué estamos trabajando cada vez más unidos para poder preservarla, porque tal como ha dicho el Presidente Sebastián Piñera es importante que trabajemos de acuerdo a las necesidades y las realidades de cada región».
Respecto de la instalación de las trampas vectoriales en la región, el director regional (s) del SAG, Gonzalo Vega, explicó que «esta es la primera trampa vectorial que estamos instalando en la Región de Coquimbo, específicamente, en la comuna de Río Hurtado.
Elegimos esta cordillera por poseer una gran cantidad de masa ganadera y estas trampas nos van a permitir detectar insectos vectores, llamados Culicoides, que son los que podrían transmitir enfermedades a nuestro ganado caprino, y es por eso que el SAG instaló dos trampas vectoriales para hacer una vigilancia activa y mantener a nuestro ganado caprino libre de enfermedades».
En la Región de Coquimbo se instalaron dos trampas, las cuales completan las instaladas en las regiones de Tarapacá, O’Higgins, Maule y Araucanía. El costo de cada trampa completa es de 300 dólares y su objetivo es atraer insectos de la familia Ceratopogonidae, pero también otros dípteros, para evitar su ingreso al país y, con ello, pérdidas directas e indirectas por cierre de mercados a productos pecuarios y el efecto de la patología en los animales afectados (muerte, baja productiva, entre otros).