Dicen los críticos -y en verdad que en muchos casos ha quedado demostrado- que algunos pintores durante su vida y carrera, llevaron sus trágicas historias a un proceso creativo, transformando la depresión en su mayor inspiración.
Sandy Barrera, licenciada en artes visuales de la Universidad Arcis, con un hijo y asentada en Las Compañías, cuenta que hace un par de años pasó por una situación similar, y que en medio de la tormenta y bajo una turbulenta serie de eventos desafortunados, logró capturar la esencia del dolor que está exhibiendo en la Casa de las Artes (Aldunate N° 699), en Coquimbo, con la exposición «Cotidiano Violento», una exposición de cinco cuadros y que, reconoce, es muy diferente a sus anteriores trabajos.
Explica que «el motivo de esta exposición es acerca de la cotidianidad y lo violento de esta cotidianidad, ya que estamos viviendo en tiempos en donde las mujeres sacan la voz debido a todas estas agresiones que han sufrido en su vida, ya sea violencia física o psicológica. Yo también fui parte de eso, así que esta exposición se basa en eso, en las cicatrices que quedan, sobre todo en la violencia física».
Agrega que «yo también, al igual que otras mujeres, sufrí violencia, y trabajé en base a las emociones, a las vivencias, puesto que es un trabajo súper personal y que quise mostrar ahora, porque el arte es contingente y yo trabajo con una crítica, con pensamientos».
Más emocional
Pese al fanatismo por Pollock, dice que su estilo no es el abstracto. Pero que aquellas pinturas le sirvieron para saber realmente lo que deseaba hacer.
No hace mucho, en el Salón Gregorio de la Fuente, ubicado en la ex estación de Ferrocarriles de La Serena, presentó «Orígenes, fósiles y cultura», exposición basada en sus orígenes en temas culturales, ancestrales, pasando por la tierras y la evolución del ser humano.
Pero hoy su trabajo es muy diferente. Es una obra más representativa…
«La técnica es muy distinta, partiendo que en la exposición anterior utilicé mucha acuarela, que es mucho más suave. Esta vez es mucho más trabajo, ya que equivale a más días y horas. Este trabajo es más emocional, más expresivo, más confrontacional, pues es de generar opiniones. Mientras que las otras obras que he presentado han sido más de observación, más pasivas, marcando una diferencia bien grande», dice esta artista regional.
«No es tu culpa»
Estos cuadros, que presentará hasta los primeros días del mes de mayo, los viene elaborando hace años, «cuando estaba embaraza», dice.
Y son netamente plásticos, de tocar, no sólo de observación. Dos de estas obras fueron utilizadas en su tesis. Recuerda que no fue fácil, «porque cuando estaba embarazada tuve muchos inconvenientes para continuar con mis estudios y para realizar estos cuadros, pero al final mi hijo fue el empujón y, a pesar de todo, las emociones las terminé volcando en la tesis, todo referente a las agresiones, a la violencia física».
Al final, las obras de mayor tamaño las realizó para su memoria, pero de todas formas decidió hacer más y hoy está presentando cinco cuadros, algunos de gran tamaño (1.90 x 1.50) y en donde utilizó látex, pintura acrílica, pigmento, y hasta intervención con pelo natural.
«Cada cuadro muestra una forma de daño, por decirlo de alguna manera, debido a que puede ser un apretón, un rasguño y de hecho, los nombres de las obras así lo demuestran, aunque no tan explícito. Por ejemplo, uno de los nombres es ‘quédate conmigo’, que es como una agresión sutil, verbal, psicológica, y esa obra está representada con un moretón. Otras obras se llaman ‘ácido’, «el amor de mi vida», «no es tu culpa». Esto si bien ocurre en Chile, también pasa en otros países, especialmente con aquellos que tienen otro tipo de religión, donde es común ver esta violencia, como también la mutilación. Entonces lo cotidiano sí o sí es violento», afirma.
Lo que espera Sandy con esta presentación no es solamente vender, «que lo dudo, porque la idea central es que las mujeres tomen conciencia respecto a las agresiones, y mi forma de hacerlo es a través del arte, que siempre ha sido crítico. Porque siempre el arte, aparte de mostrar lo lindo, también te muestra lo feo, así que la idea es esa, que la gente tome conciencia».
Desde su inauguración, el martes pasado, la gente ha asistido y aplaudido el trabajo de esta artista regional, «lo que quiere decir que el trabajo que uno realiza vale la pena. Ha llegado harta gente y espero que siga viniendo», avisa Sandy.