Luego que el Consejo Académico de la Universidad de La Serena exigiera la restitución de los espacios universitarios, la asociación de académicos de ingeniería y otros profesionales, además de los docentes en investigación se sumaron a la iniciativa para que depongan la toma de los campus Andrés Bello e Isabel Bongard.
Este miércoles se cumplía el plazo que había dado a conocer el Consejo Académico para que los alumnos que tienen en toma los campus Andrés Bello e Isabel Bongard pusieran fin a la ocupación, situación que no ocurrió.
Ahora, a través de una declaración pública la Asociación de Académicos Ingenieros y Profesionales Afines ULS, luego de tomar conocimiento de la declaración pública del Consejo Académico de la casa de estudios manifestaron que la universidad enfrenta un hecho inédito en cuanto a la expresión de la violencia extrema manifestada cuando encapuchados ocuparon el Campus Andrés Bello desalojando a los guardias y arrojaron piedras contra estudiantes, académicos, funcionarios y transeúntes. Los proyectiles fueron de tal tamaño y velocidad que fácilmente pudieron haber causado graves daños físicos e incluso la muerte de alguna persona.
«Entre las afectadas con estos actos violentos, se encontraban también mujeres que ejercían su derecho a transitar libremente o a ingresar a sus lugares de trabajo o estudio. Compartimos lo que señala el Consejo Académico, cuando hace notar que ya el año pasado, luego de 3 meses de toma, pudimos reconocer como comunidad universitaria la necesidad de erradicar todo tipo de violencia, ya sea de género, discriminación arbitraria, abuso de poder o cualquier otra actitud que vulnere los derechos humanos o los derechos fundamentales que nuestra Constitución garantiza».
La asociación de académicos se refirió a los temas que motivan la movilización, como Ajuste Curricular Educación Media, Aula Segura, No + AFP, TTP, Pérdida de Gratuidad, Fin al CAE y Control Preventivo de Identidad, «son planteamientos que pueden ser muy loables pero que, claramente, están fuera del alcance resolutivo de la Universidad de La Serena».
«Señalamos con énfasis que el fondo de esta declaración es exclusivamente para rechazar la violencia que gradualmente va aumentando y que puede llegar a límites y situaciones impredecibles» añaden.
Los funcionarios dejan claro que «la presencia de personas que bajo una capucha que impide determinar si son estudiantes de la universidad, bloqueando en todo momento la posibilidad de dialogar con la altura de miras que caracteriza el debate universitario. A diferencia de lo que ha sido nuestra historia con innumerables movimientos, esta vez estamos ante personas radicalizadas que, tras las capuchas y las piedras, niegan la posibilidad de llegar a acuerdos».
«Si este grupo minoritario de encapuchados insiste en mantener en toma nuestro Campus Andrés Bello, apoyamos que los cuerpos colegiados cumplan con su deber de preservar y garantizar el normal funcionamiento de nuestra institución» concluyen.
Académicos Investigadores ULS
En esa misma línea, los Académicos Investigadores de la ULS, dieron a conocer que «estas personas encapuchadas y sin identificar, armados de palos, fierros y piedras, y sin mediar intención de diálogo, emprendieron acciones violentas contra estudiantes, profesores, personal y autoridades universitarias, impidiéndoles el acceso a distintos ámbitos de la universidad, donde realizan sus estudios».
Los académicos e investigadores que firmaron la declaración manifestaron su más absoluto rechazo a la «usurpación violenta e ilegítima», que coarta derechos fundamentales del conjunto de la comunidad universitaria. «Estas acciones unilaterales de un grupo muy reducido de personas no identificadas perjudica de manera notoria la calidad de las actividades académicas de pregrado y postgrado, así como también tienen impacto destructivo en las actividades de investigación y de extensión» señalan.