El pasado miércoles, cerca de 30 encapuchados entraron por la fuerza al Campus Andrés Bello de la Universidad de La Serena, e ingresaron hasta la Casa Central, en donde realizaron destrozos al patrimonio e incluso agredieron a funcionarios, y tuvo que intervenir la fuerza pública.
Desde la casa de estudios informaron que el avalúo de los daños no se puede cuantificar totalmente, debido a que mucha de la infraestructura que fue destruida «es de tipo patrimonial histórico de la Universidad de La Serena».
«Como, por ejemplo, una escultura en hierro fundido, los cuadros, y mobiliario antiguo. Además, destruyeron la implementación tecnológica con que cuenta la Casa Central y dañaron infraestructura, tales como puertas de acceso, puertas interiores, decoración, piso, entre otros», aclararon.
Respecto a la evolución de las personas que fueron agredidas y posteriormente atendidas en la Mutual, las autoridades de la universidad procedieron a coordinar en primera instancia la intervención de médico y psicóloga del Departamento de Salud de la misma casa de estudios.
El diagnóstico fue que los funcionarios están con un stress postraumático producto de la violencia con la cual actuó la turba que atacó la Casa Central. «El Rector y su equipo se reunieron con los funcionarios de la Casa Central afectados, para interiorizarse de la evolución del estado emocional de las personas, constatando que aún el estado anímico es de shock, que requiere mayor tratamiento posterior», señalaron desde la ULS.
Sumarios para determinar responsabilidades
Una de las opciones que surgió luego de los violentos hechos era una posible cancelación de la matricula de los estudiantes implicados, desde la Universidad señalaron que cuentan con los procedimientos normativos para investigar los hechos, establecer y aplicar las sanciones que correspondan.
«Para ello debe efectuarse el debido proceso sumarial que determine las responsabilidades. En estos momentos se están reuniendo todos los antecedentes necesarios para iniciar los sumarios, como también las acciones legales a la brevedad posible», agregaron.
Por otra parte, cabe destacar que tomaron contacto con un abogado externo para iniciar las acciones legales.
Medidas de seguridad
Previo al nuevo intento de toma, la ULS ya había aumentado su dotación de guardias, quienes igualmente se vieron sobrepasados por la turba. Actualmente se están adoptando nuevas medidas de seguridad en términos de seguir reforzando el personal, pero aclaran que «es difícil estar preparado para situaciones tan ajenas a la vida y convivencia universitaria».
«Se están evaluando medidas tales como control de acceso vehicular y peatonal, instalación de cámaras de vigilancia, reubicación de los centros de estudiantes, reforzamiento de puertas de acceso a la Casa Central y protocolos de seguridad para situaciones de violencia», señalaron.