Aquejado de una serie de enfermedades que lo afectaban, dejó de existir en Tongoy, acompañado de sus seres queridos, el presidente de la Asociación Gremial Pescadores del balneario, Aníbal Leonardo Carvajal Varas, que desarrolló una vasta trayectoria como dirigente regional y nacional del gremio pesquero artesanal y de cultivos marinos, en especial del ostión.
Hombre de familia
Carvajal, que era más conocido por su segundo nombre o por los apodos de «Huaso» o «Leo», con el que lo llamaban con cariño sus amigos y cercanos, formó un hogar en Tongoy, con su esposa Anita María Gallardo y con su hijos Andrés, Leonardo, Piero Carlos y Pía.
Lamentablemente, el extinto presidente vio partir primero a su compañera de toda la vida, Ana María, lo que le causó gran dolor, que lo acompañó hasta los últimos años, cuando fue afectado por enfermedades cardíacas y vasculares que lo obligaron de forma más acentuada durante el 2018 a bajar su ritmo de trabajo como dirigente, lo que no implicaba que estuviera siempre pendiente de sus compañeros pescadores y acuicultores.
El velorio fue realizado en la casa de la familia Carvajal, en calle La Serena número 28, mientras que hoy, a las 15:00, será despedido con una misa por sus parientes, amistades y por la comunidad en general, en la caleta tongoyina, ceremonia tras la que será sepultado en el cementerio local.
DIRIGENTE VISIONARIO
Durante su trayectoria dirigencial, de más de 30 años, Carvajal supo mantener a «flote», a pesar de múltiples vicisitudes, a la Asociación Gremial de Pescadores de Tongoy, sentando las bases, en los años 80, de la industria de cultivos de ostiones local, en conjunto con el gobierno y la Universidad Católica del Norte, UCN sede Coquimbo.
Así, avanzando en el tiempo, los pescadores artesanales que encabezaba pasaron a ser productores de ostiones, industria que tuvo un «boom» económico en los años 90, llegando a ser a principios de los 2000 la tercera fuente de ingresos de la región, después del cobre y la agricultura.
Sin embargo, desde el 2007, por competencia del ostión del mercado peruano, los compradores internacionales comenzaron a comprar su producción a bajos precios, provocando que la industria nacional registrara un serio declive y recesión. Grave crisis durante la que Carvajal y sus dirigentes pudieron aunar criterios para evitar que la producción de ostiones de Tongoy cesara, enfocándose en abastecer al mercado chileno y explorando otro mercados extranjeros, a pesar que también fueron afectados por la destrucción de sus cultivos a raíz del tsunami de Japón del 2011 .
Ya en el 2013, la Asociación Gremial tongoyina, con un programa estatal, logró repoblar la bahía de ostiones, iniciando un repunte de los cultivos que nuevamente fueron destruidos por el gran temporal de viento y lluvia de agosto del 2015 y producto del terremoto y tsunami con epicentro en Canela Baja, del 16 de septiembre del mismo año, lo que generó multimillonarias pérdidas, considerado que los insumos y la infraestructura que los cultivadores tenían en ese entonces alcanzaba una inversión que ascendía a unos $15 millones de dólares.
Carvajal lideró junto a sus directivos la petición de ayuda estatal, lo que permitió recuperar la producción ostionera en el 2016, mientras que en agosto del 2017 el presidente participó en la inauguración del nuevo puerto pesquero artesanal de Tongoy, anhelada obra de la comunidad del balneario, proyecto en el que también participó la dirigencia de la asociación.
Además, ese adelanto fue complementado con el proyecto del 2018 de siembra en áreas de manejo de Tongoy de ostras japonesas, lo que permitió liberar en marzo de ese año 25 mil semillas de ejemplares del marisco, actividad que volvió a replicarse en mayo pasado con otra siembra de unas 100 mil semillas más, logro que sin duda fue concretado en base a la visión del extinto dirigente y su directiva.
