A través de la red social Instagram, el denunciante, un estudiante que en aquel entonces cursaba séptimo y octavo básico, informó que los hechos habrían ocurrido hace tres años.
El colegio Seminario Conciliar, sin contar con denuncias formales, decidió activar los protocolos correspondientes frente a agresiones sexuales y denunciar los hechos al Ministerio Público para su investigación.
«Me cuesta mucho aún hablar del tema. Es algo que realmente me ha pegado muy duro en los últimos años, pero yo tenía que decir basta. Nadie debería pasar por esto, nadie se lo merece», comienza el crudo relato subido a Instagram por un estudiante hace cinco días atrás.
El testimonio continúa: «Nunca busqué hacer de esto algo viral, pero el problema no es sólo mío. Compañeros de mi colegio me han mencionado como este «cura» también ha intentado tocarles o besarles».
La versión del joven estudiante señala además que cuando cursaba séptimo y octavo básico, solía «capear» clases en la pastoral del colegio, lugar en donde se encontraba el supuesto agresor.
Un día, cuando se quedó solo con el denunciado, relató que tuvieron un encuentro con cosquillas y besos, momento en que el joven decidió alejarse.
El estudiante relató que durante los días siguientes vivió un verdadero infierno, llegando a llorar a su casa, incluso teniendo pensamientos suicidas.
El relato concluye con que «fueron tres años de temor, tres años de inseguridades (…) de culpas y silencios».
«En serio, no tengan miedo a hablar, no callen por temor. No permitan que esto siga ocurriendo», remató.
Actuación de oficio del colegio
La publicación en redes sociales no tardó en llegar a oídos de la dirección del colegio Seminario Conciliar, quienes a través de un comunicado informaron este jueves que tomaron conocimiento de la «funa» o «ajusticiamientos populares», «las que fueron difundidas por canales informales, las cuales afectan a miembros de la comunidad educativa».
«El Colegio estima que estas acusaciones no se ajustan a los valores y principios propugnados por nuestra Institución Educativa, socavando las bases de todo Estado de Derecho, ya que no permiten proteger las garantías y derechos de todas las personas involucradas», agregan.
Este hecho motivó a que el recinto educacional, sin contar con denuncias o reclamos previos, a través de los conductos regulares establecidos, decidiera, de oficio, es decir, por propia iniciativa, activar los protocolos frente a agresiones sexuales y hechos de connotación sexual que atenten contra la integridad de los estudiantes.
«El martes 10 de diciembre se ratifica una acusación por parte de la persona denunciante, es por ello que ahora el Colegio informa que interpuso las denuncias en el Ministerio Público, quienes serán los responsables de la investigación penal, para que luego los tribunales competentes sean quienes determinen la existencia o no de responsabilidad penal», señalan.
La declaración del colegio enfatiza en que frente a estos hechos se comprometen entregar la información, asesoría y respaldo a denunciantes y sus respectivas familias. Además, la institución velará por el inicio del proceso investigativo interno, con pleno respeto a la presunción de inocencia y al debido proceso, y por la adopción de las medidas disciplinarias correspondientes, en los casos que corresponda.
«Inspirados y comprometidos con la mejora continua de nuestra institución educativa, es que con anterioridad la Dirección ha contratado especialistas externos que han asesorado, revisado y actualizado nuestros reglamentos y protocolos, los cuales han sido debidamente aprobados por el Consejo Escolar, lo que nos permite contar con instrumentos ajustados a las exigencias de la normativa educacional vigente para hacer frente a estas problemáticas», agregaron.
Consultando por mayores antecedentes al Ministerio Público, no fue posible obtener una respuesta