La parlamentaria llamó además a dejar la «arrogancia» de los funcionarios a los que pidió que estén al servicio de los agricultores y de los campesinos.
Nicolás Véliz J.
La aprobación por unanimidad del voto político del Consejo Regional para que el Intendente le haga llegar la molestia al Director Nacional de INDAP por su actitud que algunos califican como «arrogante» por la falta de diálogo y que se forme al más breve tiempo una mesa de trabajo para recomponer las relaciones congeladas y se puedan subsanar las críticas de los agricultores y crianceros para entregar los $4.100 millones que están comprometidos por parte del CORE.
En este sentido la diputada Adriana Muñoz (PPD) que durante la semana pasada se reunió con crianceros y agricultores de la provincia del Limarí para analizar este tema afirmó que «en mi opinión hay que establecer puentes, porque el peor escenario es en el que las autoridades rompen relaciones o asumen actitudes arrogantes cuando hay planteamientos o críticas de parte de la ciudadanía, desde los dirigentes».
Agrega que acá se ha producido una situación compleja, «porque ya el año 2006 logramos, en un encuentro regional en Tongoy, establecer una definición de que debían incorporarse recursos para un programa especial de atención, fomento y desarrollo para los campesinos más pobres y humildes de la región, ahí nació el PADIS, situación que ahora ha variado con el tiempo».
Señala la diputada que en la actualidad el INDAP ha querido avanzar a un programa más integral, más permanente y con nuevas asesorías, «ahí nació el Programa VIDA y el Programa de Inversión Territorial (PITR). Como parlamentarios hemos peleado para tener de manera permanente recursos para estos programas. Este año no se pueden liberar los recursos comprometidos para este nuevo programa porque el INDAP no ha cumplido una serie de exigencias y requisitos que planteó el Consejo Regional para entregar los $4.100 millones».
En vista de la falta de comunicación que llevó a «congelar» las relaciones entre los agricultores y el INDAP «son en definitiva los campesinos y los crianceros los que quedan al desamparo de las instituciones», dice Muñoz.