Este lunes llegaron a la cárcel de Huachalalume cien internos desde Santiago, Christian Alveal pidió «la colaboración y comprensión», pues el objetivo es «descongestionar las cárceles altamente sobrepobladas de la Región Metropolitana».
Cien reos desde el Centro de Detención Preventiva (CDP) de Santiago 1 llegaron este lunes al centro penitenciario de Huachalalume. Esto derivó en una huelga al interior del penal de casi 400 internos, que no recibieron su alimentación como manera de protesta, pero también la molestia de Gendarmería por la forma en cómo se realizó el traslado, desconociendo las decisiones que toma la autoridad a nivel central.
Sin embargo, el conflicto mayor radica en que los internos no están dejando ingresar a estos «nuevos reos» al patio por temor a un posible contagio, tal como cuando llegaron 20 presos desde Santiago en el mes de mayo, de los cuales cinco resultaron positivos con coronavirus.
Desde la capital, el director nacional de la institución penitenciaria, Christian Alveal, explicó los motivos del traslado y pidió «la colaboración y comprensión a lo que está haciendo Gendarmería».
En este sentido, apuntó que «los traslados tienen como objetivo descongestionar las cárceles altamente sobrepobladas en la Región Metropolitana, para trasladarlos a centros penitenciarios donde tenemos plazas disponibles».
Explicó que «el manejo de la pandemia significa poder enfrentar de mejor manera las condiciones de habitabilidad de la población penal, y en consecuencia tener a los internos en celdas individuales, de a dos o de a tres, a diferencia de los dormitorios colectivos, lo que claramente significa un mejor manejo de esta crisis sanitaria».
También aclaró que durante el traslado se hacen todos los esfuerzos para acatar los protocolos sanitarios, «pero también en la permanencia de estos internos al interior de estas cárceles, donde están totalmente segregados del resto de la población. Todo el apoyo sanitario de nuestros equipos están a disposición y también la coordinación con los diferentes directores regionales y con las distintas autoridades sanitarias locales para poder hacer posible hoy la toma de muestras y garantizar la tranquilidad a los mismos internos, a sus familias y a la comunidad».
Desde que llegó el virus al país, Gendarmería ha tenido una ardua tarea, enfrentando no sólo a los reos y funcionarios contagiados a los largo del país, sino que también intentar calmar a como dé lugar los ánimos al interior de los penales.
Es por eso que Alveal pide «comprensión y empatía» con lo que está viviendo la institución, porque entiende que es la única manera de poder enfrentar esta pandemia «que ha golpeado muy fuerte las cárceles, tal como lo ha asegurado la OMS (Organización Mundial de la Salud). Entonces tenemos que asumir un desafío que es bastante complejo, pero debemos hacerlo, y esto significa hacer un uso eficiente de las plazas disponibles. Acá todos estamos llamados a hacer los mayores esfuerzos para garantizar que esta pandemia no se transforme, en materia carcelaria, en contar muertos. Queremos proteger la salud, darles tranquilidad a las familias y, por cierto, a nuestros funcionarios. Pero el esfuerzo es de todos y por eso pido colaboración y comprensión».