La religiosa fue elegida representante «guachaca» en la
región de Coquimbo y su nombramiento se lo toma con
seriedad y responsabilidad, «porque hay que trabajar de manera
solidaria y fraterna, sobre todo en estos tiempos de pandemia y
con las personas que lo pasan mal…»
La buena onda nació en septiembre del año pasado, al ritmo de un religioso pie de cueca en La Pampilla porteña. Desde entonces, el aprecio entre Dióscoro Rojas, tambor mayor
de los «guachacas», y la hermana Nevenka, una monja de excepción.
Coquimbana, solidaria, profesora, carismática…Amistad que hoy nuevamente se
cruza y por una causa todavía más noble, ya que debido a la contingencia por la pandemia se determinó buscar a los representantes «guachacas» en cada una de las regiones, y en
Coquimbo, para su sorpresa, Rojas nominó a la hermana Nevenka, a quien se le ha visto junto a socios de la Cruz Rojas y otros voluntarios cargando cajas en los campamentos porteños. «Con Dióscoro Rojas hemos mantenido una relación bien estrecha desde la Pampilla del año pasado, puesto que me tiene mucha confianza y apuesta mucho por mí, lo que agradezco un montón», señala ella.
La cosa es que, en la onda guachaca donde se entiende que los cumpipas que la pasan mal necesitan ayuda ahora, es que se decidió hacer una campaña, «y Dióscoro me eligió
a mí como la representante de la región. Y no es un título así nomás, ya que igual es una responsabilidad enorme. Nace también por el cariño que nos tenemos con Dióscoro, a quien conocí el año pasado en la Pampilla, donde bailamos cueca, y porque todos queremos un Chile más bonito, además de los tres valores que representan a los ‘guachacas’: ser humilde, cariñoso y republicano. Y esto lo hacemos de corazón y con la gente más sencilla, con aquellos que la pasan mal».
Campaña solidaria
La hermana se tomó con seriedad este mandato, y más aún por el objetivo que tiene ese cumplido, que no es otro que seguir «trabajando por la solidaridad fraterna, sobre
todo en estos tiempos de pandemia y también con las personas que lo
pasan mal, como los de situación de calle, que por diferentes razones de la vida viven justamente sin hogar. Entonces el objetivo de ser la representante ‘guachaca’ en la región es que podamos seguir contribuyendo con la campaña y pensando siempre en los de la última fila, en las personas que están en los campamentos…».
Sin baile esta vez, pero sí por una noble causa, durante el mes septiembre, «el mes de la patria, que no es lo mismo que nacionalismo, que no se confunda, estaremos trabajando en una campaña junto a la Fundación Plaza Futuro, Radio Montecarlo, diario LA REGION, Corporación Padre Alfonso Baeza y la Cruz Roja, para juntar alimentos no perecibles y útiles de aseo para todos aquellos, y que son muchos, quienes no lo pasan bien con el coronavirus. Entonces, estaremos durante todo septiembre y octubre con esta campaña solidaria».
Si bien tomó el nombramiento con sorpresa, insiste Nevenka que es una responsabilidad tremenda, «porque no solamente hay que estar para la foto, puesto que acá no hay intereses creados, y como dice Rojas: no hablamos de política, religión ni de Colo Colo, sino que lo hacemos porque queremos un Chile más humano, más justo y más fraterno. Lo queremos hacer no solamente desde el discurso, sino que también desde la práctica»
Con seriedad y humor
Esta nominación, que también se le entregó al doctor Javier Ugarte, como «Gran Compipa y Rey de los Guachacas 2020» en una ceremonia diferente por la contingencia sanitaria que se vive, «me la tomo con mucha seriedad, perotambién con un poco de humor, porque es una fiesta de la solidaridad.
Es que a pesar de las catástrofes, nosotros desdramatizamos la realidad, y sin quitarle la seriedad ni tampoco la urgencia que estamos pasando, debemos ponerle una cuota de humor a todo esto. Es más. Tengo entendido que en otra región fue elegida una pastora evangélica, por lo tanto me siento comprometida con este nombramiento, porque me he empapado de esta cultura ‘guachaca’ que nace con Roberto Parra y que posteriormente continúa su legado con Dióscoro Rojas».
Con esto, además se pretende dignificar la palabra «guachaca», que hasta el día de hoy es
mucha la gente que se refiere peyorativamente.
«Sí, la gente habla de los ‘guachacas’ todavía de manera peyorativa, cuando la palabra es quechua y significa ser pobre. Y ya en los años noventa se reivindica este vocablo asociado a cultura popular y sus costumbres como disfrutar de la vida a través de la cotidianidad. Pero, sabe, en el fondo esto no es para apropiarme de ningún título, sino que es poder prolongar el servicio y hacer visible lo que siempre hemos hecho como opción de vida, como mujer cristiana…».
Para todos los representantes elegidos por Dióscoro a nivel nacional, pero principalmente para la hermana Nevenka, esta distinción «es un deber moral y debemos practicar la
justicia, la fraternidad y la equidad. Y lo hablamos con Dióscoro el otro día, dado que tenemos un compromiso ético de poder apañarnos con los de la última fila, más en este tiempo de pandemia y confinamiento, donde nos sentimos llamados a solidarizar con
los otros, con quienes están lejos. Es un tiempo en donde el afán de consumismo no es la prioridad, sino que hacernos cargos como chilenos y chilenas de aquellos que realmente
hoy lo pasan mal y que en el escalafón de la desigualdad viven indignamente».
Ahora, a estar atentos a las señales para empezar a colaborar. Quien quiera sumarse puede hacerlo comunicándose con los nombrados. Por ejemplo, una candena de supermercados, negocios de barrios, voluntarios, etc.