A pesar de la preocupante publicación, Aguas del Valle debe garantizar el abastecimiento, señala la legislación chilena.
Este martes, a través de su cuenta personal en Facebook, el alcalde de Illapel Denis Cortés Vargas, informó que el abastecimiento de agua potable para la población de Illapel, “está en riesgo”.
“Quiero compartir con ustedes una información preocupante entregada por el gerente de Aguas del Valle, Andrés Nazer, en sesión del Concejo, quien informó que debido a la grave sequía que arrastramos hace más de una década, la población de Illapel abastecida por la sanitaria, ESTÁ EN RIESGO DE ABASTECIMIENTO y las condiciones actuales NO DAN LAS GARANTÍAS Y SEGURIDAD DE AGUA POTABLE PARA LOS HOGARES DE LA CIUDAD EN EL VERANO 2021”, indica Cortés en su publicación.
Aguas del Valle planifica hasta ahora, abastecer en el verano de 2021, con aguas subterráneas de la localidad de Peralillo. “Este importante proyecto que permitirá reforzar el sistema de abastecimiento para garantizar el agua para consumo humano en el verano de 2021 en la zona urbana de Illapel”, indicó Alejandro Salazar, de Aguas del Valle.
Sin embargo, los vecinos del sector han bloqueado el acceso de los trabajadores de la sanitaria, para evitar las obras de perforación. Creen que la extracción podría secar los pozos de APR del sector. “Corren el riesgo de perforar las napas”, argumentó el Diputado Daniel Núñez, tras un encuentro con vecinos.
El conflicto podría retrasar las obras, o derechamente, obligar a la empresa, a buscar una solución alternativa. De ser así, podrían aumentar las tarifas del servicio.
A pesar de la preocupante publicación del alcalde de Illapel, Aguas del Valle debe garantizar el abastecimiento, señala la legislación. De acuerdo a la Ley General de Servicios Sanitarios, “el prestador deberá garantizar la continuidad y la calidad de los servicios, las que sólo podrán ser afectadas por causa de fuerza mayor”, señala el artículo 35.
Eso sí, para garantizar el suministro, Aguas del Valle podrá afectar la continuidad del servicio, “mediante interrupciones, restricciones y racionamientos, programados e imprescindibles”, indica la normativa.