Y un día Romario Veloz será recordado. Dijo Mery, su madre, entre tanta pena. Pero su profecía se cumplió, ayer en la inauguración de la escultura a su hijo, frente al terminal de buses de Las Serena, lugar donde hace exactamente un año cayó herido de muerte por la bala disparada por un militar.
Porque en la ceremonia su nombre fue aplaudido y vitoreado por quienes estuvieron presentes. Estuvieron allí, al pie del monumento, su madre Mery. También el creador de la obra, Daniel Palominos. Sus amigos.
Música desde temprano. Palabras para el homenajeado. Todo eso dejó feliz a su Mery, que agradecía con un abrazo cada palabra de aliento.
«Soñé esto y se hizo realidad. ¿Sabe? Mi hijo siempre dijo que sería famoso, pero nunca imaginé que después de su muerte. Pero no es la fama, sino que el amor del pueblo chileno, del pueblo serenense, que con sus muestras de cariño me hacen seguir adelante. Por eso mi hijo no está muerto, pues los que luchan por la vida no pueden llamarse muertos, así que está presente…», señaló emocionada.
Y claro, si además de la escultura, muy pronto ese lugar se llamará «Plaza Romario Veloz», lo que la tiene más aún motivada para seguir buscando la justicia.
«Entonces qué más le puedo pedir a la vida, que no sea justicia para Romario. Así que esperando con ansias que aquel infame que no fue capaz de decir alto al fuego cuando percutaron el primer disparo a Rolando Robledo, pague con cárcel. Saber que ya lo van a formalizar y esperando que quede en prisión, porque es lo que espero como madre, pues de nada me sirve que lo formalicen y que después quede absuelto…Este hombre debe quedar detenido porque es un peligro para la sociedad».
Soltaron a esa pantera
Reconoce Mery que todo esto que están pasando es «lo mínimo que nos merecemos como familia, porque de verdad que todo esto ha sido un camino muy largo. Después de la muerte de mi hijo vino el confinamiento y estar encerrada de verdad que me dio una depresión y por eso estuve calladita, esperando a la justicia durante nueves meses. Pero cuando vi que no pasaba nada, dije: ‘esto no es real, esta tiene que salir a luchar. Así que rompió el candado de la jaula y soltaron a esa pantera que anda libre y que no va a parar’».
Para Mery, incluso la idea de volver a Santiago si es que no existe justicia, es una alternativa que maneja latente.
«Si tengo que volver a La Moneda para hablar con el mismísimo Presidente, lo haré, y harto apoyo he tenido. Pero valió la pena todo. Mira qué casualidad, que el día lunes que estaba viajando a La Moneda, se supo lo del capitán Faúndez, entonces dime tú qué más puedo decir; y al día siguiente la plaza se llamaba Romario Veloz. De verdad que ha valido la pena esta larga espera, aunque sé que es el comienzo, dado que ahora se viene una nueva batalla y que será muy dura. Porque somos nosotros, junto a los abogados, contra estos entes del Estado que son unos monstruos gigantes. Pero no importa, no tengo miedo, estoy dispuesta a rasguñar todo lo que sea necesario porque me dolió traer un hijo al mundo y más aún como para que haya salido el nuevo intendente diciendo que ponerle el nombre a la ‘Plaza Romario Veloz’ era como hacer una concentración delictual…».