Mery Cortés, mamá de la víctima: «Que la gente sepa que este capitán Faúndez tiene las manos manchadas con sangre, ya es bastante».
Para hoy está programada la formalización del militar imputado de los delitos de homicidio simple y violencia innecesaria con resultado de lesiones graves en el caso de Romario Veloz, joven ecuatoriano asesinado el 20 de octubre del año pasado frente al terminal de buses de La Serena Romario Veloz, su hijo, ya no está con ella. El 20 de octubre del
año pasado cayó herido de muerte frente al terminal de buses de La Serena, luego que militares dispararan al paso de una marcha en el contexto del estallido social.
Después de un año y un mes, en el Juzgado de Garantía de La Serena se formalizará hoy al capitán de Ejército José Faúndez Sepúlveda, imputado de los delitos de homicidio simple, violencia innecesaria con resultado de lesiones graves y lesiones graves.
«Muy ansiosa y esperando que no se vaya a suspender la audiencia, porque hasta el último día este infame podría presentar una licencia. Aunque la vez anterior con anticipación se supo de que no se iba a presentar en la audiencia», cuenta Mery Cortes, madre de Romario.
Ese domingo por la tarde el joven de nacionalidad ecuatoriana fallecía en el Hospital de La Serena producto de un disparo, sin que hasta el día de hoy exista claridad respecto a
él o los autores del mismo.
En la manifestación también resultaron heridos de bala César Véliz y Rolando Robledo, quien todavía permanece con problemas serios de salud debido a la gravedad de las heri-
das.
Para Mery, incansable luchadora por mantener viva la memoría de Romario, incluso yendo hasta Santiago y pedir frente al Palacio de La Moneda que se haga justicia, la espera ha sido larga y extenuante. Sin embargo, el hecho de que hoy se haga la formalización del militar es una noticia que la alegra y que, incluso, la tiene ávida.
«Lo que voy a pedir es un imposible, pero quiero cárcel, porque es el lugar donde tienen que estar todos los asesinos y no con beneficios como se supone que va a
estar este militar.
Sé que es un imposible, y así lo dejen en prisión preventiva, el tipo seguramente seguirá en el regimiento tomando aire fresco…».
Alguien importante
Para ella, que el militar quede detenido es muy complicado, «porque ni siquiera le han dado de baja, sigue perteneciendo a la institución, y el mismo comandante en jefe del regimiento salió defendiéndolo, diciendo que le iban a prestar todo su apoyo, así que eso me pone en desventaja. Pero el solo hecho de que la gente sepa que ese capitán Faúndez tiene las manos manchadas con sangre, para mí ya es bastante».
Ese día, de acuerdo a Fiscalía, el oficial fue quien ordenó los disparos. «Siendo las 18:15 horas, el imputado, capitán José Faúndez, instruyó a los funcionarios del Ejército subordinados a su mando, poner el selector del fusil de guerra en ‘1’, para luego dar la orden verbal de abrir fuego», se lee en el escrito presentado ante el Juzgado de Garantía de La Serena por el fiscal adjunto, Germán Calquín Meza.
Según lo que se estableció, esta sección estaba conformada por al menos 25 hombres, divididos en nueve funcionarios de planta y 16 conscriptos, los cuales tenían en su po-
der, según el Ministerio Público, fusiles de guerra calibre 5,56.
«Lo diré con su nombre: El capitán José Faúndez estaba a cargo del contingente al momento de disparar, y no fue capaz de pedir alto al fuego. Y a la persona que disparó
seguramente lo están resguardando, porque debe ser alguien importante para que ellos hayan formado este pacto de silencio. No puede ser un cabo, uno de abajo, porque no me
explico cómo tanto resguardo, tanto silencio. Imagínate que en Coquimbo se supo inmediatamente quien mató a Kevin Gómez…».