Patricia Ardiles y un vecino viajaron hasta la capital, donde fueron detenidos por Carabineros. Gracias a la empatía de un fiscal pudieron quedar
en libertad y llegar al encuentro con la mujer.
Patricia Ardiles es de Pisco Elqui. Es defensora de los derechos de la mujer y desde un comienzo estuvo alerta a la desaparición de Claudia Bahamondes (27), encontrada en la comuna de Lampa el domingo 27, seis días después de su desaparición desde el valle.
Junto a un vecino se preocuparon de que Claudia estuviera bien y fuese encontrada. Incluso fueron hasta Santiago para traerla de vuelta, aunque en su trayecto pasaron por algunos inconvenientes, como su detención al segundo día por no llevar los permisos que correspondían.
Ardiles es una de las tantas personas que ha decidido colaborar con Claudia Bahamondes, quien padece de esquizofrenia, enfermedad que la ha acompañado durante años.
Por eso, ella estableció redes de contacto para poder dar con su paradero. Primero colocaron afiches para que la gente reconociera a la persona tanto en Pisco Elqui como en Vicuña. Lo mismo en redes sociales. «El 26 de diciembre llegó la primera señal que tuvimos del paradero de Claudia, al saber que estaba en Santiago, y fue porque un caballero se comunicó conmigo y me preguntó si ella era la persona que estábamos buscando.
fortunadamente era ella», señaló la también directora de la biblioteca popular Lagar de Paihuano.
No hubo empatía
Según relata Ardiles, ambos pudieron viajar a Santiago el día sábado a las 4 de la tarde, sacando los permisos para salir de la comuna y el de sanidad para realizar el trayecto.
«Al día siguiente nos llamó una persona de la comuna de Quinta Normal y nos dice que está con Claudia, así que buscamos en los mapas con nuestros celulares, porque no conocíamos Santiago. Nos costó, pero quiero agradecer a mi compañero que me llevó y me dijo siempre que no nos íbamos a regresar sin Claudia».
Sin embargo, fue en ese trayecto, cuando estaban en el proceso de dejar el vehículo que los llevó hasta la comuna de Ñuñoa para esperar por Claudia, cuando fueron abordados por Carabineros.
«Lo primero que hicieron fue tomar nuestras identidades y preguntar si llevábamos los permisos, los que en ese momento no teníamos. Entonces le expliqué al carabinero nuestro propósito. Le hablé de Claudia, que estaba desaparecida, que veníamos del norte a buscarla, pero no me hizo caso. Ahí nos dijo que estábamos detenidos y que íbamos a pasar a control de detención, así que le volví a alegar, le repetí nuevamente el destino del viaje, pero no hubo caso», mencionó.
Contó Ardiles que «ni la carabinera que estaba presente en ese momento empatizó y se dio la molestia de preguntar, tampoco investigar para corroborar que lo que estábamos diciendo era verdad. Pasamos un mal rato, ya que luego llamaron al fiscal, y al parecer fue él quien sí entendió la situación y nos soltaron sin una multa».
Ese mismo día, luego de pasar el mal rato con la policía, recibieron un llamado de que Claudia había sido detenida por Carabineros en Lampa, el sábado en la noche, y que la dejaron en la carretera al día siguiente para que hiciera ‘dedo’.
«Una clara negligencia de la institución, pero ¿qué podemos esperar?», expresó Ardiles.
Para esta mujer, la situación comprueba que no se activaron las redes de ayuda y búsqueda que se habían comprometido, mientras que la Fiscalía sólo emitió una orden verbal a Carabineros para su búsqueda que, por los hechos, no llegó a toda la red.
Ardiles contó que gracias a la intervención de un vecino de Quinta Normal, que vio a Bahamondes, pudieron por fin reunirse con ellas y saber que se encontraba bien.
«Una vez que hicimos contacto con esa persona llamamos a la hermana de Claudia (Margareth) para coordinar el encuentro», precisó.
Después lograron reunir a las hermanas, y actualmente ambas se encuentran en Santiago a la espera de recibir una ayuda, puesto que en el hogar no cuentan con los recursos para las necesidades de Claudia Bahamondes.