En la Iglesia San Pedro comenzaban los rezos previos a la misa por el que habría sido el cumpleaños número 13 de la joven Melissa.
En el ambiente, silencio, mucho silencio… Algo extraño.
De pronto una fuente se dirige al periodista de este medio -el único en el acto- y le informa de la primicia: ¡Detuvieron a la mamá de Melissa!…
Y era verdad
La Policía de Investigaciones confirmaría minutos después que la mujer, Mirta Ardiles, fue detenida alrededor de las 18 horas en su casa de pasaje San Anacleto, de Villa Talinay, en Coquimbo.
Se le acusa de ser la presunta autora de la muerte de su hija y del incendio provocado en la casa aquel 26 de noviembre de 2020.
Esa muerte causó gran conmoción en la opinión pública. Hubo velatones y marchas exigiendo justicia para Melissa, una estudiante de octavo básico del Colegio San Luis a quien sus profesoras describían como una alumna ejemplar. Incluso, su propia madre, hoy detenida, tuvo palabras de elogio por la calidad humana de su hija, quien en la práctica llevaba gran parte de la responsabilidad en el hogar.
La familia estaba compuesta de la madre y su pareja, Melissa y un hermano menor.
LA PDI
«Solo podemos por ahora confirmar lo que usted nos consulta», fue la respuesta de un oficial de la Policía de Investigaciones al ser consultado por la veracidad de la detención de la mujer.
Luego, desde la Fiscalía se ratificó el hecho y se anunció que hoy por la mañana Mirta Ardiles será puesta a disposición del Tribunal de Garantía para el control de detención.
Ayer estaba anunciada una misa en memoria de Melissa, quien recientemente habría cumplido sus trece años de vida. Al templo San Pedro, de calle Aldunate, a la hora de la cita habían llegado una veintena de personas que ya ocupaban las bancas. Ese es el aforo máximo en esta iglesia. En las afueras había una patrulla de carabineros. Una teniente se acercó a la familia para decirles que estaban allí «para brindarles protección».
Sin embargo, antes que comenzara la misa, surgió la noticia que claramente fue compartida por el círculo más familiar de Mirta.
A la vez, se notó un cambio en los rostros y hubo expresiones de sorpresa. De ahí en adelante se cerró todo trato con la prensa.
Recordar que la menor Melissa fue hallada sin vida por Bomberos y Carabineros luego de que un incendio afectara la casa de los protagonistas.
Todo indicaba que Melissa había muerto producto del siniestro, asfixiada por el humo. No obstante, la menor de 12 años fue encontrada con múltiples golpes en la cabeza y heridas que hicieron pensar a las policías inmediatamente en un asesinato.
En definitiva, y según el Servicio Médico Legal, después de una ardua investigación señalaron que la causa de muerte de Melissa era un traumatismo encefalocraneano provocado por un golpe con un objeto contundente, o una caída desde altura.
Los hilos de la investigación secreta por parte del Ministerio Público y la Policía de Investigaciones apuntaban a los padres en una primera instancia. En ese contexto, incluso Ardiles ya había sido señalada por la fiscalía como imputada del caso junto a su pareja Luis Santander (padrastro), quién además cargaba una denuncia archivada por abuso contra Melissa cuando ésta solo tenía dos años de edad.
«Pensé que mi hija se quedó dormida escuchando la música y falleció aspirando el humo, pero ahora sé que fue asesinato. Hoy son tantas cosas las que no logro entender.
Sospechoso? En realidad no lo sé. Uno especula. Me acuerdo que una vez nos sentamos con una amiga en el patio y había una persona que nos estaba mirando desde una ventana, y cuando nos vio cerró la cortina. ¿Y si se metieron por el entretecho? Si tengo un delito que pagar, es haber dejado sola a mi hija y por eso me siento responsable, ¿me entiende? Si hubiese sabido que esto sucedería, jamás la dejo sola, de hecho para todos lados andaba con mi gorda».
Con esas palabras Mirta Ardiles describía el suceso a La Región días después del macabro asesinato.
Detención previa a
misa conmemorativa
Lo que iba a ser un día de fiesta terminó con amargura para la familia. Y es que minutos antes de que partieran desde su casa en la Villa Talinay hacía la Iglesia San Pedro, se concretó la detención en La Cantera. Eso sí, la familia no pudo ingresar, choqueada por la noticia de la detención.
Igualmente cerca de 20 personas (aforo máximo a la iglesia) participaron de la emotiva misa conmemorativa a la pequeña Melissa Chávez. Cuidando las medidas sanitarias por la pandemia, familia y amigos llegaron hasta el recinto religioso para un momento de oración cargado de sentimiento y fotografías de la menor.
El control de detención de Mirta Ardiles, madre de Melissa, se llevará a cabo en la presente jornada en la ciudad de Coquimbo, en un caso que tomó repercusiones a nivel nacional y que se registran como uno de los crímenes más crueles que la zona tenga registro.