«Ahora, si el nuevo trazado llega a la costa por Tongoy, siempre va a ser más cercano al puerto de Coquimbo que al de Valparaíso. En cambio, si sale la ruta por la comuna de La Higuera, se produciría una potencial competencia con el puerto de Cruz Grande, por eso desde mi punto de vista es importante coordinar con la línea de tren, para que no se desvié la ruta que llevaría carga al puerto de Coquimbo»…Mario Bertolino Rendic, vicepresidente de la Empresa Portuaria de Coquimbo, ex diputado RN.
Coletazos trajeron las declaraciones del consejero regional Marcelo Castagneto, quien aseguró que sería perjudicial para el puerto de Coquimbo que el Corredor Bioceánico, que busca unir Coquimbo y Porto Alegre, no pase por la Ruta 41. El Core menciona que sería un despropósito, ya que atenta directamente contra el desarrollo portuario y las cargas no saldrían por la zona. La decisión había sido informada por el propio intendente de Coquimbo, Pablo Herman, quien además señaló la negativa de una doble vía en la ruta que une La Serena con Vicuña.
EMPRESA PORTUARIA
DE COQUIMBO
Ante esto, el vicepresidente de la Empresa Portuaria de Coquimbo, Mario Bertolino, en conversación con Diario La Región, señaló que teóricamente puede a haber un impacto al puerto pero hace hincapié a la idea de una línea de ferrocarril, con el objetivo de evitar mayor tráfico en las comunas de la conurbación. Además, fue enfático en señalar que no usar la Ruta 41 será positivo para no afectar la calidad turística del Valle del Elqui.
«Obviamente a nosotros nos debe preocupar que toda la carga pueda llegar lo más cercano posible al puerto de Coquimbo, pero ahí se abre una oportunidad, porque están trabajando dos opciones, una hacia al norte y otra hacia al sur, para salir a la altura de Tongoy».
En esa línea, Bertolino asegura que ambas opciones pueden ser complementadas con una línea de ferrocarril, y hacer que la carga internacional llegue al puerto a través de éste. Lo anterior tendría una serie de ventajas según el vicepresidente de la Empresa Portuaria, ya que no complicaría el tráfico de las comunas de la conurbación (La Serena-Coquimbo).
«Teóricamente podría tener un impacto, pero si tenemos un ferrocarril para hacer el traslado de la carga de camiones a ferrocarril en puntos más altos, por Vicuña o por el sector Chapilca como se pretende, se puede conectar con este en algún punto. Obviamente no veo mayor problema, pero tiene que ser con ferrocarril para evitar que la carga se arranque por otro lado», sentenció.
Para Marcelo Pereira, alcalde de Coquimbo, la entrada y salida al Corredor Bioceánico Central debe ser por el puerto de Coquimbo. Agrega que pensar en otra alternativa sería echar por tierra el trabajo que se ha avanzado en esta materia y los compromisos que se han asumido a lo largo de los años.
En ese contexto, el edil argumenta que Coquimbo tiene el único puerto multipropósito de la región, y que forma parte de una inversión proyectada que debe ser considerada para el desarrollo local asociado a mediano y largo plazo.
Respecto al proyecto Túnel de Agua Negra y su futuro, Pereira considera muy necesario abrir el diálogo y el debate hacia el futuro, considerando el desarrollo de estudios que está realizando el MOP para la ubicación definitiva de esta obra de conectividad.
«Por ello, dialogaré con el intendente Pablo Herman, quien posee bastante conocimiento respecto a este proyecto para saber de primera fuente la información oficial existente. Desde luego, mi planteamiento en términos portuarios es que Coquimbo sea la entrada y salida del Corredor Bioceánico en la región, y para ello, se han generado iniciativas y estrategias de inversión en términos de conectividad y ampliación de la infraestructura portuaria, para contar con las condiciones y capacidades necesarias que este desafío exige en su momento. Eso se debe respetar».
Para la autoridad comunal, tanto el proyecto Túnel Agua Negra como el Corredor Bioceánico, deben entenderse como una obra de Estados y catalizadores de intercambio social, cultural y económico. «Estamos hablando de la Unión del Atlántico con el Pacífico, una línea directa donde la economía claramente se va a dinamizar, van a aumentar los empleos y el desarrollo será multisectorial. Esto hay que proyectarlo de cara a las crisis sanitaria, económica y social, que traerá consigo muchas demandas de inversión para poder superarlas y asegurar el progreso», sentenció.