Franco y Frengie, dos agentes caninos del OS7

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Estos perros, en equipo con sus policías guías, han intensificado su trabajo, que los ha llevado a detectar cerca de 50 kilos de droga, «y eso es considerable, pues cumplieron la meta del año pasado sólo en este mes», cuentan sus instructores.

Son Franco y Frengie. A simple vista perros como cualquier otro. Pero si el deber llama y tienen puesto su traje de superhéroe, no hay quien se les escape. Él, un pastor belga malinois, y ella una golden retriever.

Ambos de poco más de dos años y medio y con la mitad de sus vidas trabajando en la zona, forman parte de la plantilla de tres agentes caninos del equipo especializado del OS7 de Carabineros en Coquimbo, y que este fin de semana impidieron el ingreso de casi $250 millones en pasta base a la región.

Por ende se han convertido en el as bajo la manga de la unidad gracias a su olfato, pues sólo este mes han detectado unos 50 kilos de diferentes tipos de droga, «y eso es considerable, pues cumplieron la meta del año pasado sólo en este mes», cuenta el carabinero guía del canino Franco.

Todo comenzó en 2019, cuando, señala el guía de Frengie, postularon al curso de instructor guía de perros detectores de droga que dicta Carabineros en el Cerro San Cristóbal, en Santiago.

«Ahí nos entregan el ejemplar canino para trabajar durante nuestra carrera, que puede tener hasta diez años de servicio dentro de la institución. La idea es estar con ellos hasta que se vayan a retiro, y claro que se forma un vínculo, pues estamos trabajando día a día. ¿Se queda con nosotros? Es lo ideal, puesto que uno como guía siempre espera que sea la mascota después de tantos años de trabajo», comenta.

El instructor guía de Franco advierte que «desde los seis meses de edad que comenzamos el entrenamiento, que en todo momento es en base al juego, y es ahí donde se le asocian los olores. Cuando hacemos servicio en la carretera y estamos en la búsqueda de droga, para Franco, por ejemplo, todo siempre es un juego. Lo que importa es que Franco esté pendiente de sus juegos, y en base a una orden que se le entrega, comienza a buscar su juguete, que es finalmente la droga que se oculta en algún lugar…».

Imposible engañarlos

Si alguien cuenta cómo engañó a un perro policía encubriendo el olor con otra sustancia, la realidad es que roza la leyenda urbana. Esto, porque es casi imposible que estos perros sean engañados.

«Es muy difícil engañarlos, y no es algo que se pueda medir. Estos tipos siempre tratan de poder engañarlos aplicando alguna sustancia a la droga, como mentolatúm u otro elemento, pero así y todo es imposible que sean engañados».

Respecto al mito de que estos animales son drogados, afirmaron que «la ley no nos lo permite y tampoco es la idea. Nosotros trabajamos con una seudo droga, que es un químico traído desde los Estados Unidos y que asimila el olor, pero no su efecto, por lo tanto no tiene un efecto que pueda ser perjudicial para el perro».

Aclara que en la sección hay tres perros, pues además de Franco y Frengie, que son los más pequeños -tienen dos años y ocho meses- hay una labradora que tiene tres años de edad y un año más de servicio.

«Estos ejemplares son exclusivamente para la detección de drogas y estupefacientes. Pero, claro, existen otros caninos que se dedican a la detección de explosivos y últimamente salieron los perros con detección del covid».

Servicio permanente

Respecto al trabajo que ha desarrollado el OS7, el coronel Carlos Rojas, prefecto de Carabineros, dijo que lo más importante es «que los servicios policiales de control son permanentes, con y sin pandemia. Prueba de ello es que nuestro personal controla principalmente todas las rutas de ingreso a la región, entre ellas las localidades costeras».

Agrega que para realizar estos controles rutinarios «no se requiere ninguna autorización del tribunal, o del Fiscal, sino que es un trabajo preventivo. Y sólo este fin de semana tuvimos dos procedimientos de similares características, donde nuestros canes Franco y Frengie lograron aportar a este tipo de procedimiento, pues con ello logramos en el control de La Higuera detener a dos personas de nacionalidad boliviana».

Prácticamente al unísono, y en menos de 24 horas, se logró la detención de estas dos personas «y de otros dos sujetos en el kilómetro 58 de la ruta 5, donde liberamos más de 81 mil dosis y 250 millones de droga que iba a ser ingresada a la región».

Explica el coronel que «tenemos distintos servicios policiales en puntos dinámicos para controlar los permisos temporales y salvoconductos, mientras que en las noches controlamos el toque de queda, además de los servicios preventivos que desarrollamos con nuestra comunidad, y con todo siempre hemos realizado servicios en la ruta, los que son permanentes…», sostuvo.

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