Alcalde de la comuna de Recoleta reconoce que «nunca» imaginó ser una opción presidencial y que, si sigue liderando las encuestas, entonces será el Partido Comunista quien «tomará la determinación y es probable que levante la candidatura en respuesta -y lo reitero-, a los deseos del pueblo de Chile».
Ni en campaña para su reelección ni menos para presidente. «Estoy trabajando para el municipio», responde tajante a través del teléfono el alcalde de la comuna de Recoleta, Daniel Jadue, que este miércoles regresó a sus funciones -aunque sólo hasta el 15 de abril- donde su prioridad «es hacernos cargos de las urgencias que tenemos y asumiendo las tareas que nos corresponden».
Tareas que, por culpa de la pandemia, hoy se han multiplicado. Claro que para el hasta ahora líder de las encuestas en la carrera presidencial, el principal culpable de la crisis sanitaria es el Gobierno.
«Cuando los números ya estaban en rojo, el Gobierno casi hizo un llamado explícito a que los chilenos salieran de vacaciones, incluso fuera del país a buscar las cepas nuevas que aún no habían llegado. Y pensando que la vacuna iba a solucionar todos sus problemas, lo que es un error de capacidad técnica, empezaron a abrir de manera apresurada la economía, promovieron los permisos de vacaciones, el retorno a clases y esto terminó con el estallido que tenemos hoy en cuanto a contagios y con cinco cepas nuevas distribuidas en el país», reconoce.
¿Entonces cree que la crisis sanitaria develó los graves problemas del país?
«Muestran el fracaso del modelo socioeconómico que se estableció en Chile en dictadura y que se ha mantenido por partes iguales entre la derecha y la Concertación».
Usted ha dicho en reiteradas ocasiones que no quiere ser Presidente de la República. ¿En qué momento lo decidirá?
«No soy yo quién lo decidirá, pues cuando digo que no quiero ser Presidente es porque nunca me lo he planteado. Nunca ha estado dentro de mi deseo y por eso quien debe decidir es el pueblo y si sigue manifestando con claridad que sea yo quien lidere un proceso de transformación profunda, estaré disponible. Pero eso no tiene que ver con un deseo mío personal, sino con el deseo de un pueblo que ya no le cree a quienes han gobernado antes».
Pero las encuestas lo tienen liderando los primeros lugares…
«Si se mantienen van a contar conmigo. Y es ahí donde efectivamente el Partido Comunista tomará la determinación y es probable que levante la candidatura en respuesta -y lo reitero-, a los deseos del pueblo de Chile».
¿Imaginó en algún momento ser una opción presidencial?
«Nunca lo imaginé para serle honesto. De lo único que me he preocupado es que en el lugar en donde estoy ahora por voluntad popular, siempre he tratado de hacer mi trabajo lo mejor posible con el foco puesto en mejorar la calidad de las personas y poniendo siempre el dolor, las necesidades, angustias y los problemas del ser humano al centro de mi gestión».
¿Cómo ha ido construyendo este camino que hoy lo tienen liderando las encuestas?
«Haciendo bien mi pega, esa es la verdad. Tomando un ejemplo que está en la esencia de la naturaleza y que es siempre trabajar por los demás. Si miras la naturaleza el Sol no brilla para sí mismo y el árbol no se come sus frutos, así que todo lo que la naturaleza hace es para que los otros lo disfruten y creo que esa es parte de la formación que tengo y que proviene tanto de mi familia como del partido comunista en el que milito hace años».
¿Sigue planteando que todos vayan a primaria y que el programa que gane sea apoyado por los demás?
«Si, lo sigo planteando, porque en este país existe más de una oposición. Una que es verdaderamente antineoliberal, y otra que gobernó con el neoliberalismo y que todavía no explicita si está de acuerdo en superar el neoliberalismo. Por ejemplo, cuando escucho a algunas candidaturas hablar de que hoy sí van a superar el neoliberalismo, recuerdo que nunca estuvieron dispuestos a aprobar la negociación ramal para aumentar el poder negociador de los trabajadores, o que nunca estuvieron por recuperar las funciones del Estado para asegurar la calidad de vida».
¿Pero ha existido realmente la oposición?
«Por parte nuestra creo que sí, es evidente. Pero si me pregunta, creo que hay algunos partidos que hoy se definen de oposición y hasta antes del 18 de octubre más parecían partidos de Gobierno».
¿Es compatible un programa neoliberal con la democracia?
«Desde la perspectiva nuestra no»
¿Por qué?
«El neoliberalismo para contrarrestar la tendencia decreciente de la utilidad, y por lo tanto la baja en la utilidad de las empresas, busca la mundialización de las empresas para ir aumentando su tasa de ganancia o manteniéndola. Y cuando ya las empresas están transnacionalizadas y son empresas globales, ya no tienen dónde más ir para ampliar sus mercados, y por lo tanto elaboran una serie de estrategias como, por ejemplo, aumentar el costo de la vida, bajar relativamente los salarios, traspasar la última fase del proceso productivo al consumidor para que éste trabaje para la empresa sin pagarle. Y claro, todo esto precariza la vida y el trabajo de toda la clase trabajadora, incluido el doméstico. Así que un modelo que plantea que para cuidar la utilidad hay que precarizar la vida de las personas, claramente es incompatible con la voluntad de las mayorías».
¿Ve un anticomunismo en el país?
«En el país no, pero sí en algunos dirigentes y miembros de la clase dominante. Pero por más que lo promuevan los medios de comunicación y los canales de televisión que además ya tienen candidatos, creo que ya no surte el mismo efecto. De hecho, el tema de las luminarias y las mascarillas va en ese tenor. Entonces cuando miras el detalle, siento que es así sí. Pero hay que esperar, dejar que la justicia actúe y cuando se comiencen a caer, vamos a contrarrestar para buscar a los responsables como ya lo hemos hecho, pues la derecha nos ha puesto varias querellas y ellos han terminado condenados por injurias y calumnias y nunca han logrado aportar una prueba que demuestre que hemos tenido algo que ver».