La gobernadora regional Krist Naranjo, en Punta de Teatinos, y acompañada de distintas organizaciones medio ambientales, dio a conocer que firmó el decreto de emergencia climática y medioambiental. Desde el mundo académico, distintos especialistas valoraron la medida como un buen primer paso.
La sequía y el cambio climático no están dando tregua. Cada vez llueve menos y los efectos se están sintiendo. Motivo por el cual la gobernadora Krist Naranjo decretó emergencia climática y ambiental en toda la región, que en otras medidas contempla elaborar un plan de acción al interior del Gobierno Regional para lograr la carbono-neutralidad de aquí al 2040, considerando a todas las entidades que dependan de la administración regional. Además, se insta a entidades privadas, sociales y públicas a sumarse y desarrollar planes, proyectos e iniciativas tendientes a reducir sus emisiones de CO2.
Al respecto, Gonzalo Parot, abogado y docente en derecho ambiental en la Universidad Católica del Norte, explica que «esto se enmarca en las atribuciones que tiene la gobernadora, que como hemos visto están en una especie de tensión con el nivel central, en ese contexto, tomando en cuenta un conjunto de antecedentes, donde se incluyen los acuerdos adoptados en el convenio marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático, en las distintas COP y en el Acuerdo de París, donde hay que lograr una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero».
«Lo que trata de hacer la gobernadora con esta resolución es dar el puntapié inicial para generar un plan de acción, que debe ser parte del gobierno regional, y aquí se adelanta y dice que la idea es lograr la carbono neutralidad hacia el 2040», sostiene.
Agrega que «se está tramitando la ley de cambio climático, se están cerrando las termoeléctricas, entonces hay una impronta general a nivel estatal para tratar de alcanzar la carbono neutralidad para mediados de siglo y eso se suma a los esfuerzos pero a nivel local».
En relación a la resolución, Parot señala que «no hay ninguna obligación de la gobernadora de declarar la emergencia, en ese sentido es una iniciativa que valoro bastante desde el punto de vista de hacer un cambio y tratar de unir todas las fuerzas para combatir este problema, que es global y que todos debemos enfrentar».
Señala que, «además, considerando que Chile es un país con alto riesgo frente al cambio climático, por una parte, a nivel nacional tenemos muchos kilómetros de costa de baja altura, tenemos zonas áridas con riesgo de desertificación, bosques con riesgos de incendios… Somos un país que es altamente susceptible a los afectos del cambio climático».
«En ese sentido, se valora mucho que haya una iniciativa a nivel local para enfrentar el problema, siendo que la región de Coquimbo además tiene problemas de sequía, que ya lleva más de 12 años, y las distintas medidas adoptadas a nivel sectorial no logran el objetivo de tratar de administrar de mejor manera los recursos hídricos», agrega.
«No me imagino al actual
delegado presidencial
intentando hacer algo así»
Elier Tabilo Valdivieso, profesor de Biología y Ciencias de la Universidad de La Serena, doctor (c) en Biología y Ecología Aplicada, sostiene que «hay que valorar mucho lo que está haciendo la gobernadora al decretar la emergencia, porque es un acto de valentía y mucha sintonía con lo que está pasando, como señal política ante lo que está viviendo la sociedad actualmente es muy potente y se valora mucho su rol, porque no me imagino al actual delegado presidencial intentando hacer algo así, y menos un gabinete que aprobó Dominga sin ninguna vergüenza».
«Este decreto reafirma el rol articulador que deben cumplir los gobernadores para alinear a todos los servicios públicos, los recursos del Estado, en pos de enfrentar esta situación de sequía y cambio climático. Es una señal bastante positiva», sostiene.
Puntualiza en que «lo que sí lamento es que, a pesar que de que se decretara, es tardío… La comunidad científica predijo hace mucho tiempo cuales eran los escenarios que se venían a nivel global y en específico para Chile y la región de Coquimbo, pero aun así se valora».
En cuanto a las posibles acciones, aclara que «es una etapa que viene, de qué manera la convertimos en acciones concretas, pero ese es el reto que viene, pero como señal es buena».
Por su parte, el doctor Carlos Gaymer García, académico del Departamento de Biología Marina de la Universidad Católica del Norte (UCN) y director del Núcleo Milenio Ecología y Manejo Sostenible de Islas Oceánicas (ESMOI), señala que esta es una excelente oportunidad, absolutamente consecuente con lo que se está viendo a través de informes como el del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), sobre los efectos del Cambio Climático.
«Estamos en una emergencia ambiental en tierra, y en el mar tenemos problemas serios, por lo que en este momento lo que tenemos que hacer es avanzar, y me imagino que esto va a fortalecer o generar más oportunidades para avanzar en la necesaria recuperación y protección del Medio Ambiente», sostiene.