Durante toda la semana el perímetro del edificio municipal estuvo rodeado entre protestantes, carabineros e inspectores. Primero fueron comerciantes de la feria navideña quienes se oponen a la realización de ésta en el recinto de la Pampilla. Luego llegó el turno de ambulantes quienes prendieron barricadas tras ser desalojados de calle Aldunate, razón que los dejó sin vender durante jueves y viernes. La administración Manouchehri afronta una problemática a nivel país con innovación, pero con el objetivo trazado de despejar el centro de la comuna.
Muchos al interior del organismo reconocen que las manifestaciones de esta semana serían el comienzo de días álgidos. La violencia que se vive en la calle Cordovéz en La Serena entre los comerciantes no establecidos y la policía, había sido hasta ahora el antecedente más complejo que teníamos de esta crisis de tintas nacionales. Y si bien hace dos años que las principales avenidas céntricas del puerto están tomadas por estas personas, pareciera que la gente normalizó el caminar apretado por la vereda. No hubo nunca un ruido que pasara mayores. Hasta esta miércoles.
En ese contexto la estrategia del municipio comenzó a notarse desde un comienzo. A través de sus páginas de redes sociales se publicaban reacciones de comerciantes ambulantes que apoyaban los desalojos y de una u otra manera, rechazan la presencia de estas personas que por lo que se reporteado durante estos días, la mayoría son santiaguinos e inmigrantes. De hecho el único detenido por los desórdenes de mitad de semana fue un ciudadano ecuatoriano.
Al día siguiente del primer operativo de desalojo, el municipio destacaba con postales de avenidas completamente despejadas del comercio informal. Lo anterior cobra relevancia debido a que uno de los puntos que puso sobre la mesa el alcalde fue buscar la erradicar aglomeraciones por razones del Covid.
Es por eso que a pesar del ruido que provocaron los ambulantes, el municipio no echará pie atrás a la decisión de trasladar la feria navideña al recinto de la Pampilla. A mitad de semana la principales autoridades visitaron al recinto para recalcar las ventajas que sería ejecutar el evento en este lugar típico de las fiestas patrias.
Así, fuentes al interior del municipio aseguran que la actual administración buscaría que la Pampilla se establezca como un lugar fijo de comercio y actividades de diferente índole (cultural y social), que de paso, significaría una gran oportunidad para que el municipio cortara de raíz la problemática de los ambulantes del centro.
La realidad dice que solo 120 personas caben con sus toldos para para pararse en el centro, de un total de 500 ambulantes que siempre han intentado vender por distintos puntos de los perímetros centrales. Esa habría la principal excusa para que se decidiera realizar la oferta de trasladarlos a todos a la Pampilla de manera inédita.
La respuesta ha sido categórica de parte de los ilegales, quienes acusaron que Alí Manouchehri les había prometido protección en su campaña de alcalde y que nada de eso se estaría cumpliendo.
La feria navideña incluso tiene entre sus protocolos habilitar un recinto de vacunación y test rápidos de PCR. Además de acercamientos del transporte público, estacionamientos y un servicio de seguridad custodiado por carabineros e inspectores. Un sector de juegos infantiles también se hará presente en el lugar para internar dar el mejor ambiente a la zona.
Incluso existirá un área de carros de comida rápida y shows artísticos con grupos locales, para que la gente se motive a quedarse en el recinto, y así incentivar el consumo. Todo en un cierto límite de espacio, no se ocupará la cancha de fútbol, así que los comerciantes no estarán en plena tierra como muchos de ellos habían denunciado a priori.
Según los datos entregados por el municipio. A la fecha habría unas dos mil postulaciones en curso, y si bien hay reparos de sectores disidentes, muchos feriantes se han cuadrado con la idea. La representante del sindicato Las Palmeras, Maggie Castillo, dijo que esta iniciativa no es nueva y que están convencidos que si todos se suman será un éxito.
«Ese proyecto se presentó hace como dos años atrás, el sindicato ‘Esfuerzo y Progreso’ que existía en ese momento, tiró esta idea para que funcionara, pero al alcalde anterior no la aceptó, no le gustó el proyecto, y ahora se está activando y viendo como resulta, pero yo tengo toda la fe que va a resultar, esperar que la gente nos vaya a apoyar y que se sume más gente en este proyecto y agradecer la oportunidad que nos están dando ahora».