El contrato sería de 4,8 millones mensuales por 16 meses. Se aprobó el subarriendo a Inversiones Alta Cruz, que en 2020 lo alquiló al arzobispado.
«La semana pasada, en la Comisión de Hacienda, se nos llevó un presupuesto que le había entregado la inmobiliaria al alcalde, en donde se decía que 211 millones de pesos iba a costar el arreglo del teatro, y esa plata tenía que ponerla el municipio», cuenta Rayen Pojomovski.
Le costó decidirse, pero su voto «fue de buena fe, de confianza, pero con la convicción de que esos espacios deben ser públicos. Si bien es de un privado, que a lo menos lo administre el municipio. Lo que se aprobó fue el subarriendo, y todo lo que venga después, como aprobar dineros para arreglarlo, se tendrá que votar nuevamente».
Para Félix Velasco «fue un concejo bastante largo» y de un tema que han venido trabajando en lugares y espacios distintos. «De hecho, tuvimos una visita técnica para ver las mejoras que deben realizarse. Y hoy (ayer) hubo distintas posturas de cómo recuperar este espacio y cómo hacernos carne de una solicitud de la ciudadanía que viene desde hace años. Al final se aprobó, pero con el compromiso de afianzar las declaraciones del seremi de la Cultura, las Artes y el Patrimonio (Francisco Varas) y de la ministra Consuelo Valdés en su reciente visita, respecto a esos dineros de compromiso que estarían disponibles para gestionar un plan de gestión, remodelación y arreglos».
A juicio de Carmen Zamora, la votación de ayer permite proyectar la gestión y administración de un recinto «que irá avanzando en el acceso, fomento y capacitación de la experiencia artística local, todo dentro de un recinto tan icónico como es el ex Cine Centenario. Por eso estuve súper de acuerdo».
A modo de ejemplo, la también presidenta de la Fundación Sociedad Bach cuenta que «hicimos tres conciertos la semana pasada en el Coliseo Monumental, donde los equipos técnicos debieron hacer tremendos esfuerzos para el montaje, audio e iluminación. La puesta en escena de esta ópera ciudadana e inclusiva fue realizada por más de cien personas, y de eso estamos hablando, de tener un lugar, tal vez no precisamente el Centenario, que es más pequeño, pero sí trabajar profesionalmente el ámbito de la cultura».
Daniela Molina, junto a Camilo Araya, rechazaron (Daniela Norambuena se abstuvo) y argumentaron sus motivos. «Fue una situación un poco engorrosa, donde se votó por el arriendo, pero después en el camino vamos viendo cómo. Además habría un compromiso de la ministra, que se va en pocos meses más, y no está respaldado por ningún documento y sabemos que todo puede quedar en nada».
Camilo Araya opinó que «tampoco se está recuperando el teatro, sino que se está haciendo un negocio con un privado. Sin duda, un mal negocio que amarra a cuatro administraciones más por un monto de 54 millones de pesos anuales y a 16 años, cerca de mil millones de pesos en total».