Pese a que durante las semanas anteriores existió una dura fiscalización de Carabineros y seguridad municipal contra comerciantes no establecidos del centro de Coquimbo, esta mañana la calle Aldunate parecía un verdadero mercado, con vendedores que se tomaron hasta la vereda de la tienda La Polar. A mediodía del lunes, el jefe comunal Alí Manouchehri participaba de una mesa de trabajo en la Delegación Presidencial ubicada en Plaza de Armas, mismo punto donde se instalaron por la fuerza ambulante ilegales desde el viernes pasado. La instancia colaborativa buscó abordar todas las aristas de la problemática social que impacta a la zona, y que en las últimas semanas ha tenido movilizaciones subidas de tono y agresiones a funcionarios públicos.
Justo en el momento en que el alcalde se juntaba en el tercer piso del edificio con Ignacio Pinto (delegado), autoridades policiales y de la Cámara de Comercio, abajo en la calle, un centenar de personas ofrecían una gran variedad de mercadería, que iba desde ropa y artesanía, hasta juguetes y engañitos típicos navideños.
La guerra contra los ilegales tuvo quizás su día de mayor resistencia. Y es que no solo levantaron sus carpas y toldos, sino que lo hicieron con más fuerza que antes, cerrando la calle y ocupando sectores donde antes no se habían atrevido. Lo anterior fue materializado con una barrera de contención improvisada en la esquina con Bilbao y que además llevaba puesta un bandera aurinegra.
La escalada de violencia en Coquimbo ha ido en aumento, y la ciudad de a poco comienza a debatir sobre un tema que pareciera haber estado enterrado por mucho tiempo. Claro, las protestas de calle Cordovez en La Serena habían acaparado toda la atención de la opinión pública, pasando casi desapercibido el conflicto en el centro porteño, siendo que el panorama era tan complejo como en la capital regional.
Las protestas y agresiones contra funcionarios públicos, de la semana pasada, dejaron al menos cinco detenidos por desórdenes y daños, quienes quedaron apercibidos y citados para el día 29 de diciembre en tribunales.
En ese contexto, las autoridades analizaron más allá la situación porteña. Con el periodo estival a la vuelta de la esquina, los controles irán en aumento para buscar que los espacios públicos sean ocupados por el conjunto de la sociedad, y no solo por los ilegales.
«Se trata de una situación que involucra otro tipos de externalidades, como personas migrantes que no están regularizadas, situaciones sociales con personas de alta vulnerabilidad que necesitan también trabajar. Es una situación que no es específicamente de seguridad, involucra a todos los actores, por eso es importante el apoyo de las distintas instituciones en esta mesa», señaló el Delegado Presidencial Ignacio Pinto.
Las cámaras de vigilancia han sido claves para identificar a los agresores de los inspectores. El gobierno pretende perseguir incluso con querellas a los responsables.
En paralelo, el alcalde Manouchehri y su administración apostaron por realizar una feria navideña en el sector de la Pampilla para despejar el centro. Y si bien es cierto esto último no se ha cumplido a cabalidad, la alternativa comercial en el histórico recinto es evaluado como exitoso por el jefe comunal.
«Si ustedes le preguntan hoy día a la gente que accedió a ir a la Pampilla, voluntariamente, creyendo en esta iniciativa, si a ellos les gustaría haber vendido en el centro, por supuesto que dirían que sí, porque hay mayor afluencia de gente y todo eso. No hay nada autorizado en el centro de Coquimbo, los espacios están delimitados para que transiten libremente las personas que tienen discapacidad, los ciegos, los niños y adultos mayores, tenemos que recuperar ese espacio», dijo el alcalde.
Manouchehri fue enfático en señalar que todas las personas que levantaron la feria en el centro «están cometiendo un delito». Eso sí, dice que no lo analiza como una señal de guerra contra el municipio, sino que «son alternativas que estamos entregando y que no les convienen a ellos, solo están velando por su interés personal y no el colectivo».
Así, agregó que volvería a recurrir a desalojos y a la fuerza policial en caso de no encontrar acuerdos con los ambulantes ilegales. Por ahora, invitó a toda la ciudadanía a que prefieran el comercio en la Pampilla.
«Recorrí toda la feria, saludé a todos los comerciantes, y muchos de ellos ya están mandando a comprar más productos, fue un gran éxito el del fin de semana y esperamos se repita por más días, y es que al coquimbano le gusta mucho la Pampilla», sentenció Manouchehri.