El Mercado Municipal de Coquimbo fue demolido durante la noche del pasado lunes, dejando atrás más de 160 de historia patrimonial del centro de la comuna. Ahora se piensa en el próximo edificio que se construirá en el lugar, un moderno edificio que contará con oficinas comerciales y tres pisos de estacionamientos. Mientras los locatarios históricos ya miran de reojo su nueva casa, que se construye en frente del terminal de buses.
Sin embargo, un grupo de ciudadanos pretende que la historia de este espacio, que alguna vez fuera público, no se pierda en el inconsciente colectivo porteño, es por eso que iniciaron una campaña para recoger parte de los escombros que quedan en el sitio, con el objetivo de tener curadores ciudadanos que los preserven en sus casas durante mucho tiempo.
Y esto porque en el mítico recinto de la calle Videla se vivieron tantas cosas, que sus locatarios y habituales comensales decidieron que los escombros queden en sus manos en vez de que vayan a parar a algún vertedero. La idea, impulsada por el concejal Guido Hernández, ya está en marcha y solo resta completar a los interesados que quieran quedarse con una de las 300 bolsitas a disposición.
«He tenido la suerte de conversar con algunos de los locatarios históricos del ex Mercado y aun les cuesta encontrar las palabras a lo sucedido en la jornada del lunes. Si bien ya se sabía, y parte del interior estaba en el piso, siempre quedaba una esperanza de que algo pudiese haber pasado para frenar esto. Acá estamos hablando de vivencias protagonizadas por nuestra gente desde hace años y que por ningún motivo pueden pasar desapercibidas y dejadas al olvido», dijo el concejal.
En ese contexto puso a disposición 300 bolsas, entregadas a vecinos de la comuna que quieran mantenerlos voluntariamente en sus hogares. Asegura que este acto de envasar los desechos del patrimonio coquimbano, marcará un antes y un después cuando se tenga que debatir sobre esta materia en el futuro.
«Me han llamado personas que se casaron en el lugar, gente que por años tuvo su restaurant y que quieren una bolsa a como dé lugar. Son muchos los que quieren hacerse responsable de guardarlas, incluso para siempre, como parte de nosotros mismos, de nuestra identidad coquimbana».
Uno de los interesados fue el coquimbano Felipe Gallardo, quién le pidió una bolsita al concejal en honor a su suegra. «Ella me contaba que el terremoto de 1985 la había pillado en el mercado, y otras historias hermosas de almuerzos familiares que tuvo junto a sus padres, por eso la quiero, para que la conserve con mucho afecto», señaló uno de los beneficiados con el patrimonio.
Otra joven le pidió una de las bolsas para regalarla en Navidad. «Son gente que igualmente valora el hecho de tener desechos de escombros, pero la sola razón de que sean parte del mercado los motiva un montón, debido a la lucha que hubo para resguardar el lugar. Es importante recordar toda la pelea que dieron los locatarios por defender el patrimonio, algo que no hizo el Estado ni el municipio», agrega Hernández.
Cabe destacar que la noche de este lunes se concretó la demolición del Mercado Municipal de Coquimbo, un ícono de la comuna puerto, con más de 100 años de historia, luego de que el Consejo de Monumentos Nacionales desechara la solicitud de mayo pasado de los locatarios y la antigua administración municipal de declararlo patrimonio.
Fue el ex alcalde Pedro Velásquez, en el año 2004, quien realizó una operación que muchos denominan una «venta trucha» del recinto al esposo de una funcionaria municipal. Todo esto ante críticas de poca transparencia en el proceso de información del remate del edificio y la nula presencia de otros oferentes.
Después de varios años de pugna entre locatarios y los nuevos dueños del terreno (Inversiones Mercado S.A.) y una serie de desalojos violentos, como el de septiembre del año pasado, el Mercado Municipal de Coquimbo fue demolido durante la noche del pasado lunes.
Como una forma de apoyar a los dueños de restaurantes y verdulerías del recinto, el Ejecutivo, a través de Corfo y el Gobierno Regional, comprometió la construcción de nuevas dependencias frente al terminal de buses de la ciudad, cuestión que al menos deja algo más tranquilas las aguas en el gremio de ex vendedores del mercado.
En tanto, un moderno edificio, principalmente de estacionamientos, es el que se instalaría en donde se encontraba el Mercado de Coquimbo. En lo principal, se trataría de un edificio de cuatro pisos, cuya primera planta estaría destinada a oficinas comerciales.
Los tres pisos restantes se ocuparían como estacionamientos, según el proyecto que ha llevado adelante la Inmobiliaria Arenas, empresa que materializó otras importantes inversiones privadas en la región. De hecho, en calle Videla se encuentra emplazado el Edificio Arenas, con modernos departamentos a un costado de la Mezquita.