Ex Jefa jurídica del municipio, Sandra Rivera, contó los motivos que la llevaron a ella y al equipo que lidera a denunciar al edil de la comuna minera, Gerald Cerda. Y se pregunta: «¿Cuántas irregulares en el pasado se llevaron a cabo por ser ciego, sordo y mudo?».
El viernes 10 de diciembre fue el último día de Sandra Rivera como jefa del equipo jurídico de la Municipalidad de Andacollo. «Ese día no aguanté más los hostigamientos y me fui con licencia psiquiátrica, enfermedad laboral que está siendo investigada por la Achs», recuerda.
Junto con ella, el abogado y la técnico jurídico. «Todo el equipo está con licencia médica por 30 días y renovable», cuenta.
Esa es hoy la situación contractual de parte del equipo de confianza y que ha marcado a la administración del alcalde Gerald Cerda desde que asumió en junio del año pasado.
Para la abogada esta no es una pelea entre dos, «pero es la manipulación que han tratado de darle y de bajarle la intensidad y el foco de lo que es; que es el nepotismo, la desprotección a los trabajadores y los malos tratos. Imagínate si trata (el alcalde) así a una persona de su confianza, cómo crees que tratará al resto de las personas. Él tiene sus prejuicios, los que son traspasados por su familia, que son quienes administran desde las sombras el municipio…».
Una piedra en el zapato
Si bien la acusación fue presentada de manera verbal y después por escrito, según el conducto regular que establece el reglamento interno del municipio, «lo que generó más impacto fue mi denuncia, que viene a demostrar la cara más fea de la situación. Pero siempre seguimos los conductos regulares, y en vista de que esa denuncia no fue acogida, seguimos con la siguiente etapa, que es el órgano superior jerárquico: La Contraloría».
Fue el 22 de diciembre, ya estando el equipo jurídico con licencia médica psiquiátrica, cuando interponen la denuncia por escrito por acoso laboral, «pero siempre siguiendo el conducto regular».
Y cinco días después «interepongo la denuncia por falta a la probidad contra el alcalde», señala.
En lo personal, afirma que llegó a ese cargo por expresa petición del jefe comunal, que la conoció en un juicio cuando él era psicólogo del sistema de protección de menores en Sename, «y él me llamó, pero hasta dónde llega la confianza, hasta dónde puedes hacer vista gorda respecto a algunas acciones que van contra la dignidad de la persona.
Independiente de quién te haya traído al puesto, tú cumples una función pública y al ejercerla tienes una responsabilidad, y esa es con el trato digno. Pero al parecer era una piedra en el zapato, porque hay cosas que no voy a transar, como por ejemplo estos asedios a las personas por su apariencia o nivel de estudio».
Rezar
En realidad, desde el día uno que todo ha sido raro en el municipio de Andacollo, partiendo por el argumento «de la falta de experiencia del alcalde, que se puede entender, porque nosotros también somos un equipo nuevo. Pero lo otro es asesorarse por la familia, que ejerce un gran poder sobre él. Imagínate que en reuniones de directorio y equipo de confianza nos hacían rezar, y yo soy atea y el trabajo se supone laico. Eso era lo que yo reclamaba, porqué la tía (quien dirigía la oración) tenía que estar en reuniones de directorio opinando sobre el personal, cuando es secretaria del Departamento de Cultura. Muy atenta siempre a las contrataciones, opinaba a quién había que contratar. Yo estaba en una situación tirante y quedaba como la mala de la película…».
Confiesa que no le interesa seguir trabajando con esta administración, pero tampoco permitirá «que se sigan transgrediendo, primero mis derechos, y segundo, que se
siga faltando a la verdad».
En ese sentido, cuenta que una de las cosas que le molestaba era que el alcalde no respetara la orgánica municipal, «y yo le decía: Usted fue de la Fach, tiene el sistema castrense internalizado, entonces por qué no respeta la orgánica municipal, por qué no deja que la directora jurídica ejerza sus funciones y no tenga que estar preguntándole a la tía, que es la secretaria del departamento de Cultura».
Te jugó chueco
En estas semanas, muchas personas, asegura, se han pronunciado respecto a lo que está pasando en el municipio, «pero que peligroso es que algunos tengan la concepción de que por ser del equipo de confianza uno deba hacer vista gorda. Cuántas irregulares en el pasado se llevaron a cabo por ser ciego, sordo y mudo. Sí, fui del equipo de confianza del alcalde y agradezco la oportunidad de trabajo, pero todo tiene un límite y no fue una bomba que tiré cuando llegué para hacer daño, como han tratado de señalar».
Insiste en que esto lo hizo el equipo completo y fue progresivo, «toda vez que seguimos el conducto regular, primero en la municipalidad, ante las propias autoridades internas para no generar conflicto, pero ellos no pescaron y esto fue creciendo. ¿Qué pasará ahora? Siendo honesta, no creo que mucho en el proceso, y en lo personal, no lo sé».
Advierte que por ahora seguirá con licencia médica, y respecto a los antecedentes de cómo se han ido desarrollando las cosas, «lo atacada que he sido y las represalias sufridas justo y cronológicamente posterior a la denuncia, está en manos del abogado».
Lo que le preocupa es que esta situación no sólo la perjudicó, sino también al resto del equipo, «con quienes hicimos un trabajo increíble en estos meses. Hicimos bien la pega, lo dimos todo. Esto es como una desilusión amorosa, ya que el alcalde habla bonito, te envuelve, y uno está como ‘guau, vamos a hacer el cambio’. Es como que te enamoraste de un tipo que luego te jugó chueco, te maltrató, y así está el equipo jurídico hoy, dañado…».