En entrevista con LA REGIÓN, Ignacio Pinto, delegado presidencial, hace un primer balance de estos cuatro años de gobierno, en donde le tocó asumir en octubre del año pasado, luego de haber estado en la vocería.
«La pandemia y el estallido social provocaron un cambio en algunos ejes que estaban definidos», comenta.
El 11 de marzo será el cambio de gobierno, y para eso la administración actual, liderada por Ignacio Pinto, delegado presidencial, cargo que debería desaparecer en un tiempo más, se refiere a como están dejando la casa para que los grandes proyectos puedan tener la continuidad que necesitan.
Queda un mes para que se termine el gobierno, ¿Qué destaca de estos cuatro años?
«Han sido cuatro años tremendamente intensos, muy exigidos, somos un gobierno que tuvo que lidiar con la pandemia, el estallido social, en el caso de la región tuvimos un terremoto, organizar un eclipse, distintas dificultades y desafíos que afortunadamente fuimos sorteando de manera positiva y que no impidieron que pudiéramos avanzar en el plan de gobierno que habíamos trazado desde el inicio».
En materia de salud se logró avanzar con los hospitales de La Serena y Coquimbo…
«La mayor satisfacción que nos complace como gobierno es dejar los dos mega hospitales de La Serena y Coquimbo adjudicados, ya que cada uno tiene una inversión de 270 millones de dólares, lo que implica no solamente transformar completamente la salud de la región, sino que además crear fuentes de trabajo y mejoras completas en la conurbación, y eso es lo que más tranquilos nos deja. Además de eso hay un trabajo importante que se desarrolló en pavimentación de caminos rurales, en avances en las caletas de zonas costeras, mejorar la conectividad entre el mundo rural y el mundo urbano, que ha sido un avance que no siempre se ve, pero lo aprecian mucho las localidades más apartadas, además de la sequía que va a marcar la pauta en los próximos años».
¿Qué le habría gustado que se concretara de lo que estaba planificado en estos cuatro años?
«La pandemia y el estallido social provocaron un cambio en algunos ejes que estaban definidos, y creo que obviamente se produjo una disminución en la relación con las organizaciones sociales que existía tradicionalmente, me refiero no solo a la construcción de sedes, que sí se logró avanzar, pero si en la vinculación más directa con las organizaciones, lo hicimos de manera distinta. En términos de grandes de obras, el mejoramiento del borde costero del puerto Coquimbo es un desafío que va a quedar para el próximo gobierno, aunque está bien avanzado y tiene una buena proyección, habríamos esperado haberlo podido concluir. Pero en infraestructura de pavimentación, educación, creo que hemos cumplido con más del 80% de lo que nos habíamos propuesto como plan de gobierno».
¿Por dónde va estar orientado el trabajo en este mes?
«Este mes todos los servicios están realizando los traspasos correspondientes, queremos orientar todos los esfuerzos en hacer un traspaso que sea lo más transparente y riguroso posible para que las nuevas autoridades puedan asumir desde el día uno para dar continuidad a los proyectos que deben tener continuidad y planificar todo lo que puedan hacer. Para eso existe una plataforma del Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia, donde estamos nutriendo con todos los insumos que se ha hecho, y sabemos que durante el verano la preocupación estará puesta en la sequía para la disponibilidad de agua para el consumo, en donde estamos trabajando con la DOH y la sanitaria para que no se produzcan cortes de suministro».
¿Cómo ha estado la relación con la gobernadora Krist Naranjo?
«Si bien existe una relación cordial, creo que es poco productiva, me hubiese encantado tener una relación más fecunda desde el punto de vista de los proyectos que tiene la región, poder conversar de los desafíos que tenemos en conjunto, y eso lamentablemente no ha sido tan productivo por distintas dificultades y desconfianza, probablemente, por eso no ha habido mayor progreso en las conversaciones. Nosotros hemos avanzado de manera constante y tratando de mantener el trabajo con los equipos técnicos, que sí han desarrollado un trabajo como lo ha hecho históricamente el Gobierno Regional, pero del punto de vista de la planificación y la mirada como región que esperamos de una autoridad, falta mayor comunicación y desarrollo estratégico conjunto».
A su juicio, ¿se justifica el cargo de delegado presidencial?
«Creo que es muy necesario, y sobre todo en esta región donde lamentablemente la figura, cosa que ha quedado a la vista con lo que han declarado los consejeros regionales, que la gobernadora regional no ha hecho un uso de sus atribuciones como la ciudadanía esperaría en estos meses, y es ahí donde se necesita una figura que cuente con las competencias, con el liderazgo sobre el resto de los servicios para poder empujar los temas que la región requiere. Es necesario tener este equilibrio, porque más allá de los intereses propios que pueda tener un gobernador regional electo, también están los intereses que tiene un Presidente electo, que puede coincidir o no con la figura del gobernador».
Se han visto cifras récord de contagios…
«Era predecible que íbamos a estar con cifras bastante altas de contagios, por eso es tan importante la vacunación, y gracias a ese proceso y buen cumplimiento, hoy las cifras de letalidad, o de personas graves con la enfermedad, son bastante bajas respecto a lo que ocurrió en la primera o segunda olas. Nosotros hemos hecho todos los esfuerzos con los medios que tenemos a disposición, pero sabemos lo contagiosa que es la variante y lo difícil que es hacer la trazabilidad de los casos cuando las dificultades que se enfrentan las personas son menores, esto pasa muchas veces como un resfrío, y antes esas condiciones se pierde la percepción de riesgo de parte de las personas. Creo que el manejo ha estado adecuado en el sentido que no le ha faltado a ninguna persona una cama y que hemos podido tener una vacunación que ha estado disponible para todas las personas y en todos los lugares de la región».