Relatan que a pesar de habérseles sido asignadas viviendas sociales en Punta Mira, sector del supermercado Acuenta y El Sauce, las personas no solo continuaron viviendo allí, sino que entre amigos se habrían pasado el dato para ahora instalar ampliaciones de segundos pisos y hasta quinchos de gran magnitud.
Vecinos del condominio Brisamar, en Sindempart, y del sector Herradura, acusan estar cansados de los ruidos molestos que emanan de la que ellos denominan como «la toma VIP de Quebrada Las Rosas». Ocupación ilegal que habría sido erradicada en 2007 y que continuaría generando división entre habitantes de la comuna de Coquimbo. Dicen que tanto de Bienes Nacionales como del municipio porteño se pasarían la pelota para poder darle una solución definitiva a este conflicto.
Se trata del polémico terreno en comodato que colinda con las canchas de entrenamiento del equipo de fútbol de la comuna. Sitio que además se ubica a 200 metros de la playa, con tomas de terreno de varios metros cuadrados. De hecho, se salía hacia el humedal de la Herradura. Denuncia que hace referencia a una toma «de mal vivir», cuentan vecinos a LA REGIÓN.
«Hay presencia de fuegos artificiales avisando la llegada de droga, ruidos molestos, balazos hasta última hora de la noche, aparte que la gente de la toma tiene atemorizada a la gente que colinda con la propiedad», alega un vecino de Sindempart.
«No se trata de ser poco empáticos ni solidarios con la gente que sufre, sin embargo, acá vemos camionetas de lujo que ni uno tiene, entonces algo huele mal», aporta un vecino de la Herradura.
Y dicen que se sienten «estúpidos», pues cabe mencionar que es gente que paga contribuciones por cerca de 80 mil pesos para estar en ese lugar.
«Yo tuve que vender el auto para estar en un lugar relativamente tranquilo, hoy me encuentro con un terreno donde no llegan carabineros ni inspectores municipales. Los delincuentes, tras sus fechorías, arrancan por ese espacio, entonces es una tierra de nadie, pedimos ponerle coto de raíz a este dilema».
El 27 de octubre pasado, uno de los impulsores en querer sacar a esta gente presentó un oficio en Bienes Nacionales con el objetivo de que se pronuncien sobre el tema. Pero no hubo respuestas satisfactorias, ya que le habrían respondido que emitían el documento al municipio de Coquimbo, instancia que tampoco ha dado el ancho, reclama.
«Se tiran la pelota, nadie hace nada, nos dejan a la deriva, e insisto, uno igual está sufriendo por la falta de recursos, pero a esta gente se le dio una casa y hoy estarían aprovechando todos los vacíos legales para incluso arrendar esas propiedades en Punta Mira y el Sauce, que son chicas, pero bajo la manga tienen viviendas lujosas en Quebrada Las Rosas, necesitamos que la policía actúe, y para eso las autoridades se deben poner las pilas».
Este fin de semana los parlantes se escucharon a todo volumen. «Esta toma queda entre Sindempart y La Herradura, si preguntan a los vecinos van a decir que los sábados hay pura fiesta, también hay peleas, yo he querido grabarlas, pero no se puede, ellos observan que los estamos vigilando y son sumamente violentos, intentamos camuflarnos, pero son descarados, usan pirotecnia de manera impune».