La repentina desvinculación de Macarena Salinas, quien hasta el pasado 30 de noviembre era la directora regional del servicio del Patrimonio Cultural, instaló un grado de preocupación en los funcionarios, quienes se pronunciaron públicamente afirmando que no aceptarán la salida, ya que Salinas cuenta con una buena calificación y además que no aceptarán intromisiones políticas en un servicio técnico y autónomo.
Fue el pasado 30 de noviembre que la Asociación de Funcionarios del Patrimonio se enteró de la desvinculación de la directora regional de Coquimbo, Macarena Salinas, quien es la representante en la región del director nacional del Patrimonio Cultural, su cargo es de Alta Dirección Pública y estaba a días de cumplir un año cuando fue notificada de esta desvinculación.
Isabel Cortés Ramos, vicepresidenta nacional de la Asociación de Trabajadores del Patrimonio Cultural (Anfu Patrimonio), comenta que para ponerlo en contexto, «es necesario comentar que como todos los ADP, fue calificada con una gestión destacada a nivel nacional, tanto en su rol como directora regional así como también en una buena gestión dentro del equipo regional».
«Por tal motivo, nosotros denunciamos este hecho que contraviene a la ética y valor de la función pública, nos parece una mala señal y es un hecho grave que autoridades políticas estén interfiriendo de manera inapropiada en este servicio público que es de carácter técnico y de referencia del patrimonio cultural».
Agrega que, «como asociación, nosotros no aceptaremos este tipo de práctica en nuestro servicio, y no solamente acá. Sabemos que sí se generaron otras dos desvinculaciones de directores regionales en otras zonas, pero fue por temas técnicos, mientras que el caso de la directora regional netamente fue por confianza política, pero eso nos llama la atención que, teniendo muy buena evaluación, salga por temas políticos».
La dirigente recalca que «es importante entender que nuestro servicio del Patrimonio tiene una personalidad jurídica propia y es autónomo, por lo que las altas direcciones públicas dependen del director nacional y no de otra autoridad que interfiera en estas dependencias».
Sostiene que el hecho está generando un clima de preocupación e incertidumbre en el equipo, «ya que sienten que van a ser medidos más por criterios políticos o de partidos que por su gestión o el trabajo que entregan con harto compromiso en temas institucionales o técnicos».
«Como Anfu Patrimonio no aceptaremos que se concreten situaciones de intromisión de intereses políticos, pues debemos centrarnos en desarrollar una política pública de Estado con el objetivo puesto en un desarrollo cultural y patrimonial principalmente en la región», señala.
Añade que «nos han informado de situaciones de malos tratos y bloqueos políticos a nivel regional por parte del seremi de las Culturas de la región hacia la directora regional, e investigamos si es que hay otro tipo de maltrato en otros niveles».
Enfatiza en que rechazan estas acciones, «considerando que estamos bajo la administración de un gobierno que promueve todo lo contrario respecto a los derechos de los trabajadores», cierra.