Fue en la mañana del viernes 13 de enero, en pleno centro de Illapel, cuando el conductor de un vehículo, en estado de ebriedad, fue controlado y luego detenido por carabineros, no sin antes intentar sobornarlos para evitar ser fiscalizado.
Según detallaron desde el organismo policial, funcionarios de la 4ª Comisaría de Illapel se percataron de las dudosas maniobras que ejecutaba el sujeto al volante, por lo que decidieron realizar un control de rigor.
En ese contexto, al tipo no se le ocurrió mejor idea que ofrecer 20 mil pesos a los policías a cambio de que la sanción correspondiente no fuese cursada.
No pasó ni un segundo y el «pastelito» fue detenido por cohecho y conducción en estado de ebriedad, según lo que indica la ley.
Cabe recordar que el soborno es considerado por el Código Penal chileno como un delito, el que es cometido por un particular que le ofrece o consiente dar a un empleado público (incluidos policías) un beneficio económico indebido para que éste ejecute un acto de su cargo, lo omita, infrinja sus deberes, ejerza influencia o cometa un delito funcionario.
Las penas van desde 61 días a 3 años. Además de la posibilidad de que se inicie una causa judicial.