Según indicó la madre del joven argentino, extraviado en 2013, del Ministerio Público le informaron que emplearán el mismo equipo usado en el rastreo de Thomas Marsh para buscar pistas en el cerro Cáncana.
Con esperanzas, pero a la vez con cautela, están en la familia de Marco Roldán, luego de recibir la noticia de que a fines del mes de abril se reactivará la búsqueda del joven argentino.
Roldán desapareció el 6 de enero de 2013 tras subir al cerro Cancana, en el sector de Cochiguaz, en Paihuano. El ingeniero estaba en Chile viajando como mochilero, y ese fatídico día fue la última vez que se supo de él. Tras una década, muchas teorías se han escrito, pero el misterio continúa.
Para la conmemoración de los 10 años sin Marco, su padre, Luis Roldán, y su Madre, Cándida Guzmán, vinieron desde Córdoba y estuvieron en la zona para seguir exigiendo que la búsqueda continúe pese al tiempo transcurrido. Esperaban tener alguna novedad, pero lamentablemente retornaron a su país sin nada.
Pero ahora hay noticias. Según indicó Cándida Guzmán, desde el Ministerio Público el fiscal regional Adrián Vega les comunicó que finalmente a fines de este mes se reanudarán las diligencias que estaban pendientes, y con esto se abriría una nueva ventana para saber qué pasó con Marco.
«Estas diligencias estaban programadas para principios de marzo, pero nos dijeron que no se hicieron porque no llegaron los equipos que querían utilizar. Luego, a mediados del mismo mes, tampoco se realizaron, pero ahora finalmente ya se cuenta con los equipos que son los mismos que se usaron para la búsqueda de Thomas Marsh, así que se comenzará a fin de este mes de abril», expresó.
Las diligencias tienen que ver con la búsqueda en la parte baja del cerro, algo que, de acuerdo a Cándida, tiene pocas posibilidades de dar resultados, pero nunca se sabe.
«Yo a estas alturas no sé. Se han hecho tantas búsquedas, tanto rastreo, pero tal vez ahora se cuenta con implementos de mayor tecnología. Ojalá se saque algo en limpio, pero me lo tomo con cautela. Lo positivo es que se sigue buscando», sostiene la madre desde Argentina.
Más investigación
Para Cándida, más que búsquedas, se debería enfatizar en la investigación respecto de los antecedentes que existen y las presuntas personas involucradas en la desaparición de Marco, pues de ahí podría salir la verdad.
«Me preocupa que se inviertan recursos en estos rastreos y no en investigar, que es donde creo que hay que profundizar. Hay elementos, personas, y no veo avances en eso. Existe un imputado, pero no sé lo que se está haciendo con él. Me parece que es importante seguir indagando en lo que ocurrió para llegar al fondo del caso. Eso a mí me angustia mucho», expresa la madre del joven extraviado.
Cambio de fiscal
Pese a todos los reparos, en la familia Roldán están conformes, al menos, con que el fiscal regional no haya dejado de lado el caso, aunque les preocupa que cuando termine su periodo venga otro persecutor que no tenga la misma disposición, o que la tenga, pero que deba empezar todo desde cero. «Es complejo, porque Adrián Vega ha hecho cosas, pero se debe ir, y que venga otro no nos da certeza de nada. Se van perdiendo cosas, va pasando la gente y de Marco no se sabe nada. Así las cosas, uno va perdiendo las esperanzas».
El investigado
Cándida siempre tuvo dudas respecto a las «contradicciones» que vio en personas que declararon, particularmente de la familia dueña del camping Río Mágico de Cochiguaz, con quienes Marco habría tenido contacto previo a subir el cerro.
Fue recién en 2017 cuando estas sospechas hicieron eco en Fiscalía, que comenzó a dirigir diligencias al dueño del Camping, H.A.V., citándolo a declarar en calidad de imputado por una presunta participación en los hechos que terminaron con la desaparición de Marco Roldán.
Los motivos para otorgarle esta calidad al sujeto se sustentarían en eventuales contradicciones en sus testimonios, en la presencia de una cámara fotográfica del joven en su vehículo. Además, de una presunta discusión entre el empresario y Roldán, puesto que habían cruzado por el lugar y parte del río que estaba dentro del camping, pero no quisieron pagar la tarifa que les estaban cobrando.