Dirigentes esperan que petitorio entregado respecto al proyecto de buses eléctricos sea considerado. Y explican: «Un bus, no por ser lindo, prestará mejor servicio si no tiene las condiciones viales…».
Por ahora el paro de micros no va. Al menos hasta el día miércoles, cuando el gremio sostenga una reunión con el Ministerio del Transporte, instancia en que escucharán la propuesta a sus demandas, las que fueron entregadas la semana pasada en la capital.
Para ellos la sensación de quedar marginados del debate es lo que los llevó a reunirse directamente con el titular del Transporte, donde se esperaba abordar alternativas y soluciones para sus demandas, «pues hemos cooperado bastante con el tema de la electromovilidad, pero nos sentimos desplazados por cómo se hicieron las bases y se lanzó la licitación», cuenta Marcela Bolvarán, presidenta de la asociación gremial Lincosur.
Justamente vendrá un equipo del gobierno central a hablar con el gremio, y ese día «veremos qué nos están ofreciendo», dice la dirigente, toda vez que la semana pasada «el ministro lanzó con bombos y platillos la licitación, que hizo frente al GORE, pero a nosotros no nos tomó en cuenta. Si bien sabemos que la electromovilidad tiene que llegar, se estaba hablando del año 2024 y 2025, pero no de la noche a la mañana, ya que este es un proyecto grande, donde debe existir un trabajo con personas idóneas, pues estamos hablando de mucho dinero…».
Depende de las conversaciones
A juicio de Bolvarán, «es un tema complejo, y no creo, así como van las cosas, que este año termine circulando por la conurbación la electromovilidad».
La federación está compuesta por Lincosur, Lisanco y Liserco, las tres líneas de la conurbación, más dos líneas de Ovalle, «que son las personas más disgustadas, porque a ellos simplemente no le han consultado nada», reconoce.
LAS MÁQUINAS AMARILLAS
Recuerda que el día viernes se le hizo entrega de un petitorio al ministro Juan Carlos Muñoz, y este miércoles esperan poder tener respuestas satisfactorias, «pero todo depende de las conversaciones, de lo contrario hay que movilizarse porque también contamos, somos gremios antiguos. Desde que tengo uso de razón pertenezco a una línea, esto lo llevamos en el corazón y vivimos de esto. Por lo tanto, tampoco queremos que nos pase lo mismo que sucedió con las máquinas amarillas en Santiago, que las hicieron para un lado y si te he visto no me acuerdo».