No es primera vez que vecinos del sector rural de Coquimbo sufren con los embates que dejan los camiones en localidades porteñas. Pero lo ocurrido a mitad de semana sin lugar a dudas que dejó a varios «enfermos de los nervios». Más de 24 horas estuvieron al menos 900 clientes sin suministro eléctrico.
Fue el miércoles, a eso de las 18:40, cuando un camión se enredó con los cables justo a la altura de las fruterías que están a la entrada de Pan de Azúcar.
El hecho provocó un caos vial de aquellos, con tacos que se extendían por el cruce de La Cantera. El camino donde se produjo el siniestro estuvo cortado en ambas direcciones.
Dos postes derribados por un camión, ¿hasta qué hora vamos estar sin luz y sin agua, ojalá las autoridades un día se acuerden de nosotros, que somos el patio trasero de la comuna, no ha habido ningún avance, no se dan cuentan que tenemos bombas para tener agua, y sin luz se nos hace un infierno», dice la vecina Gloria, del sector Santa Elena.
En Nova Hacienda, por ejemplo, estuvieron hasta el otro día sin luz. Consultada la empresa CGE, esbozaron que el movimiento del conductor de la máquina provocó que dos postes de alta energía se quebraran, dañando el alimentador y haciendo mucho más complejo el asunto. Prácticamente la carga del camión cortó el enlace, lo que dejó a todos marcando ocupado.
En ese primer balance se estimaron 5.318 clientes sin energía, aquello se fue subsanando a la mañana siguiente, cuando quedaban unas mil familias que no les habían restablecido el servicio.
Solo gracias a la rápida actuación de los funcionarios de la empresa, a través de la trasferencia de carga se pudo salir de la crisis en el sector rural de Coquimbo, donde vecinos solicitan con urgencia arreglos y soluciones en la materia.