Tras la confirmación del paciente que realizó viaje al extranjero durante julio, se inició una investigación epidemiológica en la cual la autoridad sanitaria de la región de Coquimbo está colaborando, con el objetivo de identificar e inmunizar a posibles contactos.
Sea por coincidencia o por destino, una de las patologías que fueron parte del Simulacro de Emergencia de Salud Pública que tuvo lugar en La Serena y Coquimbo el pasado 9 de agosto, fue el sarampión, lo que sin duda apunta hacia la preparación que hoy posee el Comité de Gestión del Riesgo de Desastres del Sector Salud en la región ante el caso importado que se confirmó el pasado sábado 12 de agosto en la Región Metropolitana, respecto a un paciente de 42 años que registra viaje por motivos académicos al extranjero durante julio.
«En nuestra región debemos reforzar las medidas de prevención contra el sarampión, porque si bien el caso está en Santiago, siempre hay riesgo de la diseminación de las enfermedades en el territorio, por eso lo importante es que nosotros podamos consultar precozmente», explicó la seremi de Salud, Dra. Paola Salas Rivas.
Con el objetivo de determinar los contactos que tuvo este paciente -desde el momento en que arriba al país hasta que presenta los primeros síntomas y se confirma el contagio- para proceder a la vacunación ante el riesgo de reintroducción de esta patología en el país, la autoridad sanitaria a nivel nacional dio inicio a una investigación epidemiológica, en la cuál los equipos locales están también colaborando.
Identificar síntomas
y contactos
El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa, cuyo único reservorio (hábitat donde el patógeno reside, crece y se multiplica) es el ser humano. Los síntomas iniciales son fiebre, conjuntivitis, coriza, tos y pequeñas manchas blanquecinas en la mucosa interna de la mejilla. Entre el tercer y séptimo día aparece el exantema (erupción en la piel) característico, con manchas que parten en la cara y luego se generalizan al resto del cuerpo, transmitiéndose por vía aérea. El periodo de transmisibilidad es de cuatro días antes y cuatro días posteriores a la aparición del exantema; con mayor intensidad en el día anterior y posterior. El periodo de incubación es de 7 a 21 días.
Medidas de control y prevención
Entre las medidas de control y prevención ante esta enfermedad, que se suman a la investigación epidemiológica ya iniciada, el aislamiento del caso durante el periodo de transmisibilidad, identificación de contactos y vacunación de aquellos que no han recibido las dos dosis de la vacuna, la Dra. Salas enfatizó que favorablemente «son conocidas por la población, ya que al igual que el COVID-19, se transmite por gotitas al hablar o toser, quedando en la superficie. Por eso, su forma de prevenirlo es igual: usar mascarilla -ojalá KN95 que cubra toda nuestra nariz y boca-, mantenernos a distancia de las personas cuando nos encontremos en alguna aglomeración, lavado de manos por 40 segundos con agua y jabón al llegar a casa, así como también ventilar los espacios donde estemos con otras personas que no pertenezcan a la familia».