Desde el mes de mayo pasado, la Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones, PDI, de La Serena y el Ministerio Público de Coquimbo, estaban tras una banda de traficantes que utilizaba a personas para transportar droga en sus cuerpos, conocidos como «burreros» en la jerga delictual, los cuales traían desde el norte cargamentos con clorhidrato de cocaína a la región para ser distribuidos a otros puntos del país.
Es así que tras identificar a los «transportistas» y a quienes los aguardaban para evacuar los ovoides, los detectives de la Brigada Antinarcóticos, BRIANT, junto a la fiscalía, montaron la «Operación María», proceso que permitió recopilar información que indicaba que a mediados de la semana pasada tres «burreros» llegarían a Coquimbo.
De esta manera en un procedimiento en La Serena fueron detenidos los bolivianos Fernando Eguez Mendoza, Domitila Retamoso Quispe, Rosemary Jiménez Manrique, quienes llevaban más de dos kilos y medio de clorhidrato de cocaína en 209 ovoides ocultos en su sistema digestivo.
Además en otro operativo fueron detenidos tres imputados más, dos de nacionalidad chilena y una boliviana, quienes iban a recibir a los individuos con los ovoides en la ciudad puerto, para procesar la droga y distribuirla entre traficantes locales.
Mediante autorizaciones especiales de la ley 20.000 de drogas, el Juzgado amplió a solicitud de la fiscalía el plazo de detención de los sujetos, para que evacuaran los ovoides cuyo contenido fue evaluado por la PDI en cerca de 50 millones de pesos.
Quedan en prisión
Los seis detenidos fueron formalizados en la investigación por el Ministerio Público por tráfico de drogas solicitando la medida cautelar de prisión preventiva para todos los imputados, petición que fue concedida por el Juez de Garantía porteño que ordenó su ingreso al penal de Huachalalume.
Como plazo para desarrollar el proceso indagatorio, ya que habría participación de otros individuos en el caso, el Tribunal concedió 90 días al ente persecutor.
El fiscal jefe de Coquimbo, Carlos Vidal, entregó los pormenores que permitieron a la PDI desbaratar esta red que operaba en esta región, «ellos usaban correos humanos, actividad desarrollada desde Coquimbo con personas que estaban individualizadas. Con diversas técnicas se estableció el momento en que iban a recibir a quienes venían desde el norte con la droga en sus cuerpos y así se detuvo a quienes trasladaban la droga y a los miembros de la organización».