Especialistas de la salud relevan que «la situación epidemiológica está compleja» en la región, debido a que existe un aumento importante de infecciones respiratorias, «que además han ido acompañada de una alta tasa de cuadros graves en menores»
Hace rato que las autoridades sanitarias han mirado con atención el alza sostenida de ingresos hospitalarios por enfermedades causadas por virus respiratorios, especialmente el virus respiratorio sincitial (VRS), que impacta con fuerza a los niños, especialmente a menores de 1 año.
Los médicos encargados de las unidades de cuidados intensivos de algunas regiones del país, especialmente de Coquimbo, han advertido que la situación es crítica y que es necesario tomar medidas para evitar la propagación de los patógenos.
Y una de las medidas es el autocuidado, claro, pero también, como señala el presidente regional de Colegio Médico, Fernando Carvajal, la suspensión de clases.
«Este virus no tiene tratamiento y vacuna, por lo tanto, la única manera de pararlo es que efectivamente se corte la transmisión del virus. Se ha pedido al ministerio que adelante las vacaciones porque se había anticipado que esto venía, pero pareciera ser que esto se apresuró más de lo que se tenía proyectado, así que en este momento sería una herramienta valiosa poder anticipar las clases», dijo.
Para el médico las medidas de aislamiento sin duda que ayudan en ese sentido, partiendo por el uso de mascarilla, la higienización de manos, evitar las aglomeraciones «y que las personas que estén resfriadas o con síntomas contagien a otras es lo esencial, pero poder cortar la transmisión a nivel de colegios es una herramienta que puede utilizarse para poder parar esta situación».
Todas estas medidas, además, ya se ocuparon en época de pandemia, «así que la gente debiera tomar precauciones sin necesidad de ser obligada. Se está hablando de ser obligatorio, pero el país debiera haber aprendido algo de todo esto, por lo que la comunidad debiera ser capaz de tener un poco de autocuidado».
Limitación
de camas
Reconoce el profesional de la salud que «la situación epidemiológica está compleja», debido a que existe un aumento importante de infecciones respiratorias, «pero que además ha ido acompañado de una alta tasa de cuadros graves, especialmente en niños menores de 1 año, y eso ha implicado que las camas de pediatría hayan tenido que ampliarse de manera importante, además de aumentarse de manera significativa las camas medias, que son las más sencillas, y también las camas críticas, las que han tenido que duplicarse para atender adecuadamente a los niños que están llegando muy graves».
En cuanto a si es un problema de fondo, explica que «en la región tenemos un problema serio de limitación de las camas, puesto que tenemos menos de la mitad de las camas que debiésemos tener y obviamente lo mismo pasa con profesionales médicos y de apoyo clínico para poder dar respuesta a los pacientes en general, especialmente en el área pediátrica, que, además, hay que tener claro que no tiene ninguna capacidad de respuesta en el área privada».