Sergio Troncoso continuará investigación con dedicación exclusiva dejada por su predecesor Vicente Hormazábal, que partió hace unas semanas a Valparaíso. «Estamos seguros que lo hará en la misma senda», dijeron.
Fue en mayo cuando el ministro Vicente Hormazábal, con dedicación exclusiva para investigar casos de violaciones de derechos humanos, dejó La Serena para jurar como integrante de la Corte de Apelaciones de Valparaíso.
Tras abandonar sus funciones en la región después de nueve años, su lugar hoy lo ocupa el ministro Sergio Troncoso, que ya comenzó a estudiar los expedientes y a entrevistarse con agrupaciones, cuenta el abogado Álvaro Aburto, del Programa de Derechos Humanos y del Plan Nacional de Búsqueda.
Como ministro de la Corte de Apelaciones, Troncoso había integrado varias revisiones de sentencia -en segunda instancia- que había dictado justamente el ministro Vicente Hormazábal, «entonces uno tiene una dimensión respecto a su perspectiva en temas de derechos humanos», agrega el profesional.
Su labor será la de indagar, y si bien lleva muy pocas semanas con dedicación exclusiva, deberá conectarse con estas investigaciones que llevan mucho tiempo y que tienen dos dimensiones importantes, primero la persecución penal de los crímenes y otra, la investigación sobre el destino final de los desaparecidos.
«Es difícil tener una perspectiva tan pronto, pero en lo que hemos podido observar, el ministro está siguiendo un trabajo que ya estaba iniciado y compromisos que estaban hechos en términos de labores de búsqueda y trabajos en terrenos que estaban concertados con su predecesor».
Para la tranquilidad de los familiares y víctimas, estas averiguaciones no parten de cero, «sino que se toma la posta de un trabajo que se venía realizando, tanto en lo que tiene que ver en la investigación de paraderos de detenidos desaparecidos, trabajo en terreno, en piques mineros, en fosas comunes de cementerios y en lugares que están previamente establecidos por las investigaciones, que son lugares de sospecha y otros nuevos sitios. Pero es como continuar con una línea que se venía trazando».
La vara muy alta
Fueron años de trabajo y cercanía, destaca Anita Merino, presidenta regional de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. Pero también con familiares de víctimas de la Caravana de la Muerte.
Manuel Marcarían Jamett fue asesinado y desaparecido junto a otros compañeros en octubre de 1973. Cuando aparecieron sus restos y pasó a ser un ejecutado político, le faltaba un pie, el dedo de una mano y la otra mano completa.
Su hijo Manuel, ex alcalde de Los Vilos, reconoce que «nos habíamos acostumbrado al otro ministro, y que se cambie es complicado. Pero es de esperar que las causas se apuren y que pueda sacar un buen resultado».
El lunes 15 tienen reunión precisamente con el ministro, «donde sabremos lo que nos tiene preparado y lo que ha sacado en conclusión, ya que ha leído todos los expedientes. Pero esperamos que siga con la misma línea. Hemos permitido que se vuelvan a exhumar los cuerpos de nuestros familiares, así que sabrá de qué se trata nuestra línea».
En cuanto al caso de su padre, «lo único que sabemos es que se encontró una pierna en otro cuerpo que quedó en el cementerio de La Serena. Fue el año pasado y para nosotros es muy doloroso, aunque sabemos que en Santiago ha pasado lo mismo en el Cementerio General».
Como Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Anita Merino dice que ya se reunieron con él «y esperamos que las cosas se hagan de la mejor manera, ahora con más tecnología, así como lo hizo el ministro Vicente Hormazábal, que dejó la vara muy alta. Pero estamos seguros que seguirá en la misma senda, que es seguir trabajando y avanzando, rectificar los errores y hacer todo como corresponde».
Errores que se dieron a conocer hace algunas semanas, luego que un reportaje de CNN Chile abordara las equivocaciones en la identificación de detenidos desaparecidos en La Serena, después que el Servicio Médico Legal (SML) explicara que la tecnología ocupada a fines de los años 90 era precaria.
