Panorama hídrico es el más complejo en las últimas tres décadas, debido a la disminución en los caudales de ríos y el déficit en acuíferos, provocado por la ausencia de precipitaciones de agua y nieve.
Habrá que esperar a marzo de este año para tener una aproximación y una certeza de establecer las condiciones climáticas que propicien precipitaciones de agua y nieve en la región de Coquimbo, y con un verano de altas temperaturas, la sequía sigue azotando a la zona, restringiendo el agua para la bebida y para las actividades productivas, como el consumo de la agricultura.
Una de las dimensiones para medir el estrés hídrico es el agua contenida en los ocho embalses de la región, que al cierre del año pasado alcanzó los 270,9 millones de m3, es decir apenas el 20,5% de la capacidad instalada en estos tranques -principalmente destinados a riego-, quedando con el peor registro en los últimos siete años, cuando finalizó con 91,8 millones de m3.
El catastro es elaborado mensualmente por la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas (MOP), y específicamente el último que se encuentra disponible es el Nº 524 de información pluviométrica, estado de embalses y aguas subterráneas, que indica que al cierre del año anterior, el déficit de lluvias llegó al -84%, tendencia que también se aprecia en el resto del país, desde las regiones de Atacama a Aysén, lo que presume los caudales más bajos de los últimos 30 años.
El informe destaca, además que en el acuífero sector Elqui Alto los niveles han presentado descensos y recuperaciones durante el período informado, generándose un descenso aproximado de 6,4 metros entre el periodo del 2017 al 2021. En el acuífero Culebrón Lagunillas también continúa la baja sostenida de sus niveles, cuyo descenso acumulado en los últimos cinco años es de aproximadamente 6,5 m. El acuífero Limarí, en tanto, sector río Rapel, los niveles han presentado fluctuaciones, tendiendo a la baja del orden de 1,4 metros durante el periodo informado. En el acuífero Choapa, finalmente, en el sector Choapa Alto continúan registrándose pozos secos.
Comité Técnico Científico
Con el objetivo de poner a disposición de los entes públicos y de la comunidad información relevante relacionada con la gestión sustentable del agua y el impacto del cambio climático en los territorios, se conformó el Comité Técnico Científico del Agua de la Región de Coquimbo, que reúne a investigadores de diversas instituciones de la zona, entre ellas el Consorcio Quitai Anko y sus centros de investigación asociados. La nueva iniciativa busca aportar desde la ciencia y la tecnología, con asegurar el abastecimiento hídrico de la población rural y urbana, además de garantizar un uso sostenible en los sectores productivos.
Es así como agrupa a expertos del Laboratorio Prommra, de la Universidad de La Serena, el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza), el Centro del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe (Cazalac), de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP), la Universidad Católica del Norte y el Instituto de investigaciones Agropecuarias (INIA).
Escenario crítico
Claudio Vásquez, gerente corporativo del Ceaza, subraya que el escenario hídrico que enfrenta la región es crítico, por lo que la difusión de la información a la comunidad sobre el estado actual y futuro del comportamiento hidrológico de las cuencas es una acción vital para tomar buenas decisiones. «Tenemos caudales tan bajos que no se habían registrado en los últimos 30 años, por lo que el llamado es a tomar acción para una gestión balanceada y eficiente del agua», afirma.
Pablo Álvarez, director del Laboratorio Prommra y del Consorcio Quitai Anko, enfatiza en que se debe tener en consideración que «en el territorio hay capacidades importantes para enfrentar el desafío de levantar una gestión sustentable del agua. Necesitábamos coordinarnos, por eso es relevante unir a todas las instituciones para marcar una hoja de ruta del trabajo colaborativo que debemos desarrollar, promoviendo un trabajo colaborativo».
Al respecto, Cristian Baquedano, ingeniero civil industrial de la CRDP, explica que «la actual situación de escasez hídrica obliga a la región de Coquimbo a poner el máximo de esfuerzo y realizar un trabajo en conjunto entre sector público, privado y la academia para que se aceleren ciertas decisiones y proyectos que están en carpeta, para asegurar el suministro de agua para la población y sectores productivos, pero de manera sustentable».
Por su parte, Gabriel Mancilla, director de Cazalac, indica que el aporte de la institución se hará a través de varios proyectos, pero también con la experiencia internacional, buscando ejemplos de lo que se ha hecho para mejorar la gestión hídrica en zonas áridas de otras naciones, con las cuales nosotros tenemos contacto».